El parque comercial de Torrecárdenas se ha colocado en la avanzadilla de los proyectos de grandes superficies que la capital tiene en cartera desde hace varios años. La iniciativa emprendida por Bogaris Retail ha logrado salir de su atasco con una operación de compraventa de suelo emprendida por la empresa, que ha forzado al acuerdo entre propietarios y que sitúa a la superficie comercial ya en posición de salida para poder terminar los trámites administrativos e iniciar este año las obras.

El parque comercial, el más grande de los previstos en la ciudad -su superficie es casi cuatro veces mayor que el Centro Comercial Mediterráneo-, está ligado a la construcción de 1.900 viviendas. Forma parte de una misma pastilla urbanística con distintos propietarios que, de momento, debe caminar unida en los trámites administrativos. Y no ha sido precisamente un camino de rosas.

La crisis económica, con el desplome del mercado de la vivienda, provocó el pánico en pequeños propietarios y reticencias en otros a emprender proyectos de edificación, inclinados a esperar a la llegada de tiempos mejores. Pero el interés de Bogaris, que cuenta con la autorización de apertura de la Junta de Andalucía desde 2008, ha empujado al grupo a comprarle terrenos a sus socios mediante una negociación que ha absorbido meses, pero con resultados satisfactorios.

"Bogaris no ha conseguido el 51%, pero sí el suelo suficiente como para forzar al resto de propietarios a cerrar un acuerdo y crear la junta de compensación", explica el concejal de Urbanismo, Juan Megino.

La aprobación de la junta de compensación -órgano que gestiona la pastilla de suelo de Torrecárdenas- permite ahora a esta comunidad de propietarios abordar el proyecto de reparcelación y de urbanización de los terrenos, lo que abre la llave al Ayuntamiento de Almería para autorizar el inicio de las obras del centro comercial.

Tras la creación de la junta de compensación, el avance de este proyecto será notorio, e incluso puede que tome carrerilla con un sprint que podría permitir a Bogaris abrir puertas en el segundo semestre de 2012. La empresa planteó a Urbanismo la posibilidad de segregar sus terrenos del resto de la pastilla, dividiendo la unidad de ejecución y permitiendo así su andadura en solitario. "Es totalmente factible, pero debe pedirlo de manera formal la junta de compensación", dictamina Megino.