Almería

La almeriense Cristina Samaniego impone su baile al son de Oriente

  • Formada en el Conservatorio de Madrid, la bailarina imparte clases en varios centros de Almería con el objetivo de divulgar la danza oriental, una disciplina que cobra fuerza entre los almerienses

Una forma de vida en la que los movimientos corporales heredados de una tradición árabe en la que la cadera cobra especial relevancia para transmitir sensualidad a través de los velos de seda con el que se atavían las bailarinas. Ésta podría ser la esencia de la danza oriental, disciplina de la que es una auténtica maestra la almeriense Cristina Samaniego.

La joven bailarina es la más formada en esta danza en toda la provincia, ya que completó tres años de estudio específico en el Conservatorio de Madrid. Samaniego se sumergió en el mundo de la danza con tres años. "Comencé a bailar de niña en todas las disciplinas, aunque en ninguna me ubicaba completamente hasta que a los trece años descubrí la danza oriental", comenta la bailarina. A partir de ese momento, supo que iba a dedicarse por entero a este baile. A sus catorce primaveras se subió por primera vez a un escenario y a los 16 años se trasladó a Madrid para hacer las pruebas de uno de los conservatorios más importantes del país. Allí fue seleccionada entre las ocho mejores de 200 bailarinas y comenzó sus estudios que durarían tres años completándolos con cursos privados con los mejores profesores del país. Además de formarse, comenzó a actuar en salas importantes madrileñas como la Galileo Galilei o Clamores y recorrer el mundo árabe para impregnarse del espíritu de esta danza.

Una vez completada su formación, hace tan sólo un año y medio que decidió volver a su tierra. "Tenía miedo de estancarme cuando regresé a Almería, pero me equivocaba porque estoy contentísima aquí", espeta Samaniego. Razones no le faltan porque en esta época de crisis, Cristina imparte clases en la escuela de Tomás de María y Toñi Cuadrado, en el centro Ecovida, el centro cultural de Costacabana, escuela de danza de Aguadulce y para la asociación de discapacitados 'Capacitarte'. Este último es uno de los proyectos que más ilusionan a Samaniego porque "los discapacitados mentales y psíquicos pueden desarrollar bastante sus capacidades corporales a través de la danza", añade.

Cristina Samaniego se siente con la responsabilidad de transmitir sus conocimientos adquiridos y su experiencia a todos sus alumnos. "Es fundamental crear un acercamiento de la gente a la danza y que conozca la danza oriental", comenta. La bailarina almeriense se enerva cuando escucha hablar de danza del vientre, ya que cree que esta es una etiqueta falsa que persigue a esta disciplina, ya que según Samaniego "es un término mal acuñado impuesto por los europeos cuando viajaban a los países árabes, no sólo se mueve el vientre, sino que trabaja todo el cuerpo".

Esta danza no es simplemente "mover el culo", comenta Cristina. Sus beneficios son numerosos, ya que ayuda a eliminar tensiones, dolores de la menstruación y es muy beneficiosa para las embarazadas. "En una hora y media de mi clase, las alumnas se transforman y sueltan toda la tensión que acumulan durante la semana", asegura.

Samaniego, que también actúa habitualmente en el pub Karnak o el restaurante Club de Tenis, imparte otra modalidad como la bollywood, una danza moderna originaria de India. La bailarina almeriense siente que ha colmado todas sus expectativas, aunque sueña con tener en el futuro una academia o compañía propia para seguir divulgando esta danza "que me sale por las venas y a la que iré unida siempre porque sin ella no puedo vivir", apostilla.

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