Almería

La cerámica de Alhabia, una visión moderna de moldear el barro

  • Juan González mantiene viva la tradición de cinco generaciones, después de heredarla de su abuelo · Los profesionales de su taller trabajan duro para exportar su arte a diferentes puntos de España y Europa

Gira el torno, el pincel da color y el horno alcanza los grados necesarios. Una obra de cerámica necesita un trabajo minucioso donde la experiencia es un grado y los detalles marcan el resultado final. Alhabia respira arte y un taller se alza en la entrada del pueblo con una gran cantidad de artículos donde el barro es el ingrediente protagonista.

La cerámica de Juan es el nombre que recibe el taller que siembra de tradición las calles de Alhabia. Pero los años de trabajo en el pueblo se ven recompensados con otro modo de emplear el color, de aplicarlo en cada pieza.

Con tradición, pero con el toque de modernidad que predomina actualmente, sus trabajos buscan algo diferente, un diseño distinto a lo cotidiano de elementos como platos, tazas y jarrones que impactan de una forma visual en el cliente gracias a su potente colorido.

Las manos expertas, que mantienen vigente la tradición que comenzaron cinco generaciones atrás, son las de Juan González. Su mujer, María del Rosario Castro, está también involucrada en el mundo de la cerámica y es la encargada de plantear un diseño diferente de las piezas para que sean distintas a las que se muestran habitualmente.

Las preferencias han variado con el paso del tiempo, lo práctico se ha dejado a un lado y se busca principalmente el lado decorativo: "La tendencia ha cambiado mucho en estos años y se buscan utensilios con diseño", asegura Castro.

La encargada de los diseños asegura que hace unos años la cerámica "se trabajaba de igual modo" en todos los rincones de la provincia pero Alhabia siempre se ha caracterizado por "un trabajo fino, actualizado y colorido".

La cerámica de Juan cuenta con seis trabajadores para seguir todo el proceso de trabajo para un buen resultado final. La tradición de este taller pasó del abuelo al nieto, que es el encargado de trabajar el torno.

Castro señala que la crisis también ha afectado al negocio: "El turismo ha bajado, pero se sobrelleva".

El taller, aunque está abierto al público, vende al por mayor: "Exportamos piezas a sitios de Almería, España y Europa. Los llevamos a tiendas de cerámica y decoración". El horario del taller es desde las 8:00 hasta las 20:00 horas.

Castro dice que en el taller "trabajan todos los colores" y asegura que cada año piensa en "una nueva colección".

La diseñadora enumera algunos de los valores que atribuyen los enamorados de su arte: "A los clientes les gusta la decoración echa a mano y personal, y la utilización de colores puros".

Los precios, asegura Castro, depende en gran medida "del tipo de decoración" que se haya empleado en los artículos.

El tacto de una pieza de cerámica en el taller de La cerámica de Juan muestra la diferencia abismal con otras piezas de otras empresas.

Su suavidad está trabajada a través del material y la forma de moldearla, donde la dedicación y la pasión por el oficio son los principales ingredientes de su arte.

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