Una que se ha calzado el bañador, las gafas de sol, las chanclas playeras y se ha lanzado a la arena. Al deporte de verano. Un poquito de salud por un lado, una pizca de sal mediterránea y la sabiduría oriental a modo de taichi. Araceli Cazorla, de 45 años, dejó de lado durante la mañana de ayer el estrés laboral, los horarios y los bártulos de su trabajo como limpiadora y disfrutó de la cálida mañana zapillera. Forma parte de la asociación de afectados por artritis y espondilitis de Almería. "Nunca antes había hecho esto", asegura con la voz algo entrecortada, "había oído hablar de este ejercicio, y la verdad es que ha superado lo que me habían contado".

La cadencia de movimiento es lenta, adecuada a las características individuales de la persona. De ello se encarga Gloria Aguilar, la monitora. Nada más terminar la clase, tenía que marcharse a impartir otra. "Pues hemos venido en pantalón y camiseta, afirma Cazorla. "¿La chica?, ah, muy buena". Isabel Andújar ha acudido junto a su marido. Manuel Ferre suma 72 años en el carné de identidad, pero son muchos menos en el espíritu. Está lleno de ganas, de afán por superarse.

"Son movimientos que no son complejos de hacer", explica Andújar, "la monitora nos lo ha explicado todo de un modo tan especial que ha hecho que nos entusiasme". Su esposo asiente al lado. "Él también está contentísimo, dice que si seguimos nos ayudará mucho". Bajo la ropa de deporte se ha puesto el bañador. "¡Con el día que hace, cómo vamos a decir que no a quedarnos en la playa!" Ya cuentan los días que faltan para la siguiente cita. "Pensamos venir el lunes que viene, y el siguiente..."

A los que padecen fibromialgia, lo pausado de los ejercicios de taichi les sienta bien.

En colaboración con la FAAM, la asociación Adeal ha presentado el taller de taichi en un acto que, para el presidente de esta segunda agrupación, Antonio López, "ha sido un éxito de asistencia, no esperábamos esta acogida y por lo que hemos oído, la semana que viene seguramente sean más". Cuentan con un importante aval. El buen tiempo. "Es obvio que con una mañana como esta, son muchos los que traen su bañador para quedarse en la arena". "Tenemos problemas de movilidad y nos cuesta mucho levantarnos por la mañana, por eso la primera impresión que me he llevado al ver a tanta gente ha sido tan buena". López resalta que, tras la buena acogida, el nivel de taichi irá incrementándose. "Hoy ha sido la primera sesión, de iniciación al taichi relajante, era algo que no había probado nunca y que me ha gustado mucho", afirma.

De momento, la licencia está en vigor hasta el día 2 de agosto. "Luego ya veremos aunque la intención es continuar durante todo el año", asegura el presidente de Adeal. Basándose en la salud, en la transversalidad, la realización de ejercicios suaves por parte de las personas aquejadas de espondilitis y artritis, son positivos para aquellos que cuentan con dificultades de movilidad. Once de la mañana. La monitora se marcha a continuar con sus clases de taichi. Los participantes comienzan a preparar una mañana que será de sol y sal. La mañana invita a ello.

Comienza el verano, el deporte se ha convertido en una vía de escape, en un modo de integración, un momento para disfrutar de la jornada laboral, a medias.

En Almería hay 22.000 personas afectadas por artritis reumatoide y 3.000 por espondiolitis.

La primera de ellas afecta a las articulaciones, inflamándolas y desgastándolas. La espondiolitis afecta a la columna vertebral, a los ligamentos y a la zona cervical y lumbar. Puede afectar también a otras articulaciones como la cadera, rodillas, hombros y talón.

La arena además, es uno de los medios ideales para llevar a cabo estas jornadas deportivas. Está muy recomendada a la hora de correr, por ejemplo, ya que se reduce de modo considerable el impacto. El próximo lunes, continúan los talleres en la arena del zapillo.