Almería

Un afrutado y aromático estruendo de motores

  • Cerca de 80 Harleys visitan la bodega Ánfora, en la sierra de Gádor, la única en España con tres estrellas de calidad

El rugir de los motores de unas 80 Harley Davidson rompió la tranquilidad de uno de los puntos más serenos y maravillosos de la sierra de Gádor: las bodegas Ánfora, en la localidad de Enix. Pero todo tiene una explicación y es que Roquetas de Mar acogió hasta ayer el tercer encuentro motero Conoce Almería 2010, en el que estaba programada una visita a estas bodegas situadas en este bonito enclave, ideal para realizar estas concentraciones.

No es la primera vez que estas bodegas acogen un encuentro de este tipo. "Hemos recibido concentraciones de coches antiguos, porsche, mercedes... Pero de motos es la primera vez", explica Veriça Wissel, dueña de las bodegas. A su llegada, una digna presentación. Veriça guió a las Harleys en una pequeña ruta por su finca, la cual posee 13 hectáreas. De ellas, diez se destinan a los viñedos.

Una vez aparcadas las motos, José Calderón y José Lázaro, del club HDC Almería, dieron un pequeño discurso en el que no faltaron los agradecimientos a la propia Veriça, quien ofreció a su vez una degustación de algunos de sus vinos, concretamente Juvenal 2008, Exensys 2005 y Calidon 2005. Una exquisita y aromática forma de mostrar a motoristas llegados desde todos los puntos de España el buen vino que ofrece esta tierra.

Las Bodegas Ánfora elabora en total nueve tipos de vinos, aunque no se producen los nueve cada año. "Se trata de vinos de alta calidad, con uvas propias. En función al año y a la climatología, después de la vendimia se deja pasar un año tras el que se decide el tipo de vino que se va a elaborar", explica Veriça. Así, poseen en su haber desde vino fresco y afrutado hasta vinos de reserva con mucha complejidad. Trabajan con cinco variedades de uva: cavernet sauvignon, garnacha, syrah, merlot y monastrell.

El resultado de todo el trabajo y de la situación de los viñedos es un vino de altísima gama. "Gracias al clima mediterráneo, al mar, a los largos verano, los suaves inviernos y la composición compleja de la tierra se dan diferentes cepas", prosigue Veriça.

"Nos ha alegrado mucho recibir a las motos. Ésta es una finca abierta a diferentes eventos y más para la gente que le gusta el vino y quiere saber como se hace", afirma. El sentimiento debe ser mutuo, puesto que los motoristas estaban encantados con la visita y el enclave. "Me parece el mejor encuentro de los que hemos hecho", le decía uno de los motoristas a José Calderón. "Además, la rutilla con la moto hasta llegar aquí es espectacular", explicaba el propio Calderón.

Todos los allí reunidos pertenecían al club HDC, el cual tiene diferentes sedes repartidas por toda España, y que pertenece a la Federación Española de Harley. Aún así, son encuentros abiertos, por lo que alguna que otra moto no Harley se dejó ver. Pero si no pertenecen al club, no pueden llevar chaleco ni parches.

Para entrar al mismo, hay una serie de reglas. "Uno no puede llegar e inscribirse. Los primeros requisitos son ser mayor de edad, tener una Harley", explicaba Calderón. Luego, hay que pasar un tiempo de convivencia, en el que se es aspirante a entrar al club. Tras ese tiempo y si los miembros lo deciden por unanimidad, se pasa a ser uno de ellos. Además, hay mucha gente vinculada al club, llamados hand-a round, pero no son miembros como tal. HDC Almería posee 13 miembros, de los cuales uno es mujer. Se llama Inma Escobar y su apodo es La Pescaera. Y es que todos los HDC se ponen motes.

Esta degustación y ruta que han disfrutado los 100 motoristas y acompañantes es algo excepcional. Veriça organiza catas con tapas, paseos, muestras del proceso de elaboración durante los meses de abril, mayo, noviembre y diciembre. Su vino se comercializa en Alemania y Austria, aunque su salida al mercado almeriense es inminente. "Hemos querido ganar renombre y méritos internacionales para tener un reconocimiento antes de lanzarlo", razonaba Veriça.

Y desde luego méritos no le faltan. Sus vinos Laurenti 2006 y Xolair 2006 han ganado la medalla de oro en el gran premio internacional del vino Mundus Vini, certamen celebrado hace dos semanas.

El microclima de la sierra hace que el vino sea diferente, tenga su toque. "El clima de aquí es único en España y eso le da un toque distinto. Hay que abrirse a la cultura del vino. Todas las regiones tienen algo especial", sentencia la dueña.

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