Almería

Una serpiente multicolor solidaria para ayudar a los niños con cáncer

  • Quinientas personas disfrutaron en la mañana de domingo de una marcha ciclista benéfica por la Rambla · Los participantes recorrieron ocho kilómetros entre aplausos de los espectadores

El día seis de enero, en Torrecárdenas, un niño esperaba en planta la llegada de sus regalos. Atacaba con entusiasmo y los ojos muy abiertos el envoltorio que recubría un coche verde. El pequeño tenía cáncer. Nadie sabía si era rubio o moreno.

El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador y el concejal de Deportes, Juan José Alonso, están colocados detrás de una cinta rojigualda. El reloj marca poco más de las once de la mañana, los más rezagados ultiman sus inscripciones. Cortan y montan en un cuatriciclo. Llevan a algunos niños junto a ellos. Unos metros por detrás, casi cerrando la marcha ciclista, está el chaval del coche verde. Lleva una gorra que deja ver algunos mechones rubios. Sonríe, como entonces, y saluda a la cámara. Es uno más. Va con ellos. Con las quinientas personas que salieron a comerse a base de pedaladas, los ocho kilómetros, cuatro de subida y otros tantos de bajada, que transcurrieron por la Rambla Federico García Lorca.

Pasan despacio porque al principio, el terreno es ascendente. Cientos de espontáneos van colocándose en los márgenes de la vía. Aplauden al paso de los deportistas. Saludan, sonríen. Les hacen fotos. Muchos pertenecen a clubes ciclistas. Algunos apenas levantan metro y medio del suelo, pero están concentrados y llevan gafas de sol. Un chaval con la camiseta verde, serio, concentrado, equivoca el rumbo. Igual es que la cuarta ruedecilla que lleva en la bicicleta quiere marchar por su cuenta. "Pégate a mí", dice su padre. Mira y ríe. Se coloca la gorra. De nuevo, caras de concentración. María y Paula, rubia y morena, tienen su propio carrito. Llevan un juguete para fabricar pompas de jabón, pero el espacio es pequeño y todas explotan. No importa. Están allí por una buena causa: son muchos los niños que dependen de esta asociación, a la que el regidor almeriense ha querido apoyar con palabras que denotan el "fuerte compromiso institucional". Mientras habla, aparece el presidente de la Diputación Provincial, Juan Carlos Usero. Viene con una bicicleta negra y le toca hacer cola. Como los demás. La mesa de inscripción no da abasto. Papeles, dorsales y preguntas. El niño que llega corriendo con su pequeña bicicleta, y mira a su madre, y termina por ceder colocándose en el puesto de salida. Los pequeños miembros de ARGAR que han mejorado o están curados también participan del ambiente que reina en la calle. La Rambla Federico García Lorca se transforma, convirtiéndose en una enorme serpiente multicolor que no se muerde la cola, porque va sobre ruedas. Sobre dos ruedas, o tres, o cuatro, o las que sean. Es la historia de una propuesta de la asociación ARGAR, a cuyo sillín ha subido la UD Martínez Oliver. No hay respiro, no es una competición. Una marcha solidaria es mucho más. La conciencia de saber que una pedalada es un respiro, un soplo de esperanza. Una mirada al que va al lado constante, que no caiga al suelo. Todavía queda, saben, mucho que hacer.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios