Regreso al pasado. Esa parece la máxima que rige ahora en la entidad Puertos del Estado, dependiente del Ministerio de Fomento en un intento por reducir los gastos de un sistema portuario cuyas cuentas gotean. Al menos así lo ha adelantado el diario de información económica Expansión, que, después de los movimientos realizados en Valencia con la fusión entre el puerto con más tráfico de España y los de Sagunto y Gandía, adelantaba las intenciones de la institución en fusionar varias autoridades portuarias, entre ellas las de Almería y Motril, que permanecieron unidas durante 13 años y que se 'divorciaron' en agosto de 2005.

Un lustro de caminos separados tras un matrimonio que se formalizó en 1992 bajo la dirección de Pedro Lozano, presidente del Puerto de Almería cuando se formalizó dicha unión al pedir formalmente Motril la creación de una autoridad portuaria propia. Puertos del Estado no lo aceptó e impuso la integración bien en Málaga o bien en Almería; como la primera era deficitaria, se optó por la de la capital almeriense.

En 2005, las presiones políticas más que logísticas, económicas o de desarrollo de infraestructuras, culminaron en una separación pretendida por las autoridades granadinas y no por las almerienses, cuyo presidente por aquel entonces, José Antonio Amate, se opuso a una separación que entendía que no beneficiaba a nadie.

Eran momentos de intenso desarrollo. Tanto los tráficos como los ingresos que se obtenían por las líneas de pasajeros regulares, los cruceros y los tráficos de mercancías estaban en pleno auge. Las infraestructuras, sobre todo en el puerto motrileño se impulsaron hasta un punto en el que hubiera sido imposible conseguirlas sin la reserva de ingresos que proporcionaba Almería.

Ahora, en plena etapa de buques flacos, cuando el tráfico se ha retraído y es previsible que continúe en esa tendencia, Puertos del Estado se replantea su estrategia en la globalidad del sistema.

En un principio se plantea una estrategia de racionalizar un sistema que hace aguas. El plan de alianzas estratégicas contempla el sistema portuario español en su globalidad, sin las i influencias políticas de un nacionalismo de infraestructuras que lastra al conjunto. Es un modelo en el que, según ha podido conocer Diario de Almería, se lleva trabajando desde hace algún tiempo. Se trataría de racionalizar los tráficos, las líneas marítimas en aquellos lugares en los que suponen un menor perjuicio. No obstante, también las mismas fuentes han señalado que el objetivo, aún sin fechas concretas, es el de reducir el número de autoridades portuarias a casi la mitad. Gijón-Avilés, Bilbao-Pasajes, Cádiz-Sevilla, A Coruña-Ferrol, Vigo-Marín-Villagarcía y Almería Motril. El círculo se cierra: cinco años de divorcio y una reconciliación impuesta por una crisis que no permite la separación.