El edificio de Las Mariposas lucirá a partir de mañana su imagen de futuro y lo hará por partida doble. Por una parte, los almerienses podrán disfrutar de la nueva fachada de uno de los edificios más emblemáticos de la capital, después de que la entidad financiera que se hiciera con el edificio hace dos años retire la lona que la ha recubierto durante los meses de trabajo para la rehabilitación. Por otra, también estará de estreno una iluminación que pretende reforzar la imagen de la histórica casa señorial reconvertida en el futuro en sede social de Cajamar.

Por el momento, el edificio quedará cerrado de puertas para adentro, puesto que su interior ya se encuentra en la última fase de intervención, pero queda pendiente la equipación de las oficinas y dependencias que pretenden ofrecer una vertiente más social y cultural a un edificio que ha estado vinculado al ámbito inmobiliario durante décadas.

Se mantiene el edificio en el ámbito privado, pese a que el Ayuntamiento hiciera algunos intentos de compra, pero ello no evita la satisfacción mostrada por las autoridades sobre el futuro del edificio. Por ello, ya han anunciado su presencia en el acto de retirada de la lona el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez, y la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía, Yolanda Callejón; que junto al resto de almerienses podrán disfrutar a partir de ahora de la imagen real, después de que durante casi un año la visión sobre el edificio se haya limitado a una lona serigrafiada.

Desde Cajamar se confirma la intención de que los trabajos externos se completaran antes del inicio de la Navidad, con la finalidad a contribuir a la imagen global de Puerta Purchena, especialmente decorada e iluminada con motivo de las próximas fiestas. Así, sólo un eventual cambio de la meteorología podría impedir que, a partir de mañana, los almerienses puedan disfrutar de todo el esplendor de antaño en una de las arterias más transitadas y comerciales de la ciudad.

De hecho, desde la entidad financiera se recalcaba con la compra del inmueble que el interés sobre el mismo no se debe a intereses especulativos, sino para incorporar el edificio al patrimonio de la cooperativa, para sus servicios internos y de negocio, además de para reubicar las oficinas de la Fundación Cajamar, situada en la actualidad en el Paseo de Almería. Así, entre las dependencias que se encuentran a punto de concluir a través de una actuación en el interior por parte de la empresa Tejera, un salón de actos con aforo de 300 personas como espacios destinados al uso público.

Contará en poco tiempo con una ubicación escepcional, la del edificio protegido a través del Plan General de Ordenación Urbana de Almería, por las características especiales de un edificio de clara reminiscencia europea, que fue construido por el arquitecto Trinidad Cuartara en 1905 y que aún pasado más de un siglo se mantiene como uno de los emblemas de la ciudad.