Elecciones Andalucía

El juego no es dejarse llevar, es triunfar

  • Un alcalde no es ideología, sino el compromiso y la cercanía que se tiene con los vecinos Tiene muy claro el proyecto de pueblo y comarca que quiera y trabaja para alcanzarlo

ANTONIO Pascual quiere repetir como alcalde de Olula del Río los próximos cuatro años. La idea, legítima, es concluir la tarea iniciada en 2011 cuando, contra todo pronóstico, el Partido Popular logró una mayoría absoluta que pocos esperaban, pero que la constancia, el trabajo, una propuesta atractiva y el achicharramiento del PSOE, en el poder desde hacía ocho años, trajeron en unas urnas que castigaron lo conocido y apostaron por la savia nueva que representaba este joven ingeniero técnico industrial, de sonrisa permanente y mirada afable.

Siempre he dicho, y mantengo, que un alcalde no es una ideología, aunque tiene su peso, sino el compromiso, la cercanía con los vecinos, el trato permanente, la participación, las puertas del despacho abiertas y, claro está, la solución de los problemas que se plantean, no ya de inmediato, pero si cuando se pueda y en tiempo prudencial. Todavía recuerdo un cartel de mi época de estudiante en la Universidad Complutense, ubicado en una de las paredes de una tienda de fotocopias. Una viñeta, que representaba un trabajador de la tienda, preguntaba ¿para cuando las quería? Respuestas variadas: el mes que viene, en dos semanas, en siete días, para mañana, hasta que el cliente, partido de risa y agradecido, hacía reverencias cuando le aseguraban que las podía tener "para ayer". No es el caso que nos ocupa, como tampoco lo era el del cliente agradecido por el compromiso de la tienda de fotocopias, pero si expresa una clara tendencia de cómo se puede entender el trabajo, una actitud de vida.

Antonio Pascual y su equipo no lo van a tener fácil el próximo domingo, sin duda. Pero si llegan al 24 de mayo con la satisfacción de haber mantenido su compromiso, rebajando la deuda municipal, adecentando la imagen del municipio haciendo pueblo. No les vamos a pedir que acaben con el desemeplo, no es su competencia, pero si han ayudado en la búsqueda de nuevos nichos de empleo y ayudado a aquellos que más lo necesitan.

De las muchas conversaciones y encuentros que he mantenido con el candidato del PP por Olula me quedo con tres. El primero tiene carácter personal y fue viendo un partido de fútbol con su hijo. Creo que el padre miró más a su retoño que el desarrollo del juego, satisfecho con la felicidad que irradiaba su pequeño en un campo repleto y con las figuras de su equipo sobre el campo; el segundo se desarrolló en la comarca, en una comida en un restaurante de Fines, en el que he probado el mejor pollo campero con patatas que recuerdo. El alcalde apenas lo saboreó, aunque si sumó a lo largo de la comida unas cervezas con sus tapas, y desgranó con responsabilidad y conocimiento, junto a otros ediles, la comarca que quiere y por la que trabaja. Y la tercera, no menos importante, en lo que entiendo es la participación, la cercanía con la gente, la charla distendida, fue el encuentro tras unos premios del Diario de Almería en uno de los resto-bar de la ciudad. Allí copó y ocupó parte de la noche, fue protagonista, vendió gestión y su pueblo. Una especie de todo en uno, o 'remanguillé', como ustedes lo quieran llamar, pero que dejó claro la pesonalidad de un alcalde, candidato, que no se conforma con dejarse llevar, sino que cuando juega lo hace para ganar.

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