Andalucía

Los socios de Gobierno rebajan la tensión y auguran un próximo Presupuesto

  • IU rebaja sus expectativas y la presidenta aleja la sombra de un adelanto electoral por una ruptura del pacto con los izquierdistas

Contemporizar por miras interesadas. También llamado pastelear. La presidenta de la Junta, la socialista Susana Díaz, y su socio de Gobierno, Izquierda Unida, rebajaron ayer la tensión que ha caracterizado el inicio de curso político, con una sospecha de adelanto electoral en el ambiente propiciado por la propia presidenta como estrategia de negociación ante la elaboración de los próximos Presupuestos de 2015.

Ni un reproche nítido se cruzaron. Una sola intervención, sin réplicas, para ni siquiera llegar a una hora en la tribuna. Por lo visto ayer en el Debate sobre el Estado de la Comunidad, la incógnita de un adelanto electoral queda despejada, más aún cuando Mas, presidente de la Generalitat de Cataluña, aproxima ese anticipo y conquista de nuevo la agenda política.

De hecho Díaz y el portavoz José Antonio Castro auguraron que el acuerdo de Presupuestos está próximo.

La presidenta aseguró que se aprobará el Presupuesto de la comunidad para 2015 y avisó de que PSOE-A e IU tienen el "mismo adversario, la derecha que "maltrata y castiga" a Andalucía. Ha sido el aviso de los socialistas a sus socios. Conocedores de las horas bajas de IU ante la irrupción de Podemos, Díaz amenazó con un adelanto si IU sacaba a relucir su listado de exigencias ante un Presupuesto de nuevo muy limitado. Los anuncios de calado ya los había hecho ella: recuperación de la paga extra a los empleados públicos tras tres años y de la jornada completa a los eventuales sanitarios.

Castro, además, redujo mucho las aspiraciones de IU para las próximas cuentas: ni rastro del impuesto a grandes superficies o del banco público de tierras que les fueron negados de los presupuestos vigentes en la negociación del otoño pasado.  Tampoco sobre la reforma de la Cámara de Cuentas o del sector público.

El portavoz parlamentario de IU mencionó al final de su intervención la renta básica (de la que hay un grupo de trabajo en marcha en el Parlamento), la banca pública (que se quedará en instituto de crédito, un proyecto que está muy avanzado), una ley integral de agricultura que ya había sido anunciada por la presidenta y transparencia y participación.

Tampoco se mojó Castro sobre la reivindicación de una comisión de investigación sobre los nuevos escándalos, como el de los cursos de formación. "Lo veremos. No hay prisa", dijo.  Sí que sobre los ERE lamentó que "el pago de la paz social ha sido un cáncer" y que fruto de ellos están "debilitados" los sindicatos y en el punto de mira dos ex presidentes. 

Un tímido reproche salió del portavoz de IU en una apelación al diálogo para la presidenta de la Junta, para que atienda las demandas de los agentes de empleo despedidos (Alpes), más de 800. A cambio, Castro se soltó con las críticas al Gobierno del PP y atizó con sorna en un par de ocasiones a Moreno Bonilla, que estaba en la grada de espectador. El combate lo dejó Izquierda Unida para el contrincante que le señalaron.

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