Andalucía

Díaz culpa a Rajoy del paro andaluz

  • El pésimo dato de la EPA pone a la presidenta contra unas cuerdas de las que le liberó el propio PP al decidir abandonar la sesión de control por una cuestión de tiempos

Lo esencial y lo accesorio. Lo esencial en Andalucía ayer, y desde hace cinco años, es el desempleo, y lo accesorio es todo lo demás: la banca pública, o como quiera que la hayan bautizado los dos socios de Gobierno; las tropas de Morón y Rota, y el ébola; el futuro de Pedro Sánchez en Ferraz; el de Juan Manuel Moreno Bonilla en el PP o el de Susana Díaz. Qué más da. La Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre bajó ayer como un gran espejo donde Andalucía se puede mirar, y lo que se ve en este escenario no es nada bueno. "Son malos datos", dijo la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ayer en el Parlamento. A lo que cabría añadir: sin paliativos. Sí, son malos datos sin paliativos.

Mientras en España el número de parados bajó y ascendió el de ocupados, en Andalucía ocurrió lo contrario, aumentaron los desempleados y bajaron los que tiene trabajo. Resultado: el diferencial de paro de Andalucía respecto a España ha pasado de los clásicos 10 puntos a 11,44. Si en la comunidad la tasa es del 35,21, en el país es del 23,67%. "Después de un año de propaganda, éste es el resultado", inquirió el portavoz del PP, Carlos Rojas, a Susana Díaz, quien en sus anteriores intervenciones durante la sesión de control culpó al Gobierno de Mariano Rajoy de estas cifras desmesuradas de paro. Su versión es que es Rajoy quien "no mira hacia el sur", quien "asfixia" a Andalucía y quien, en definitiva, estaría detrás de este drama, del que IU, por boca de su portavoz, José Antonio Castro, culpó a las reformas laborales el PP.

Poca autocrítica, por no decir ninguna, pero como el PP también confunde lo fundamental con lo accesorio, recurrió a su clásico, el de la corrupción, y terminó marchándose del Pleno por una discrepancia sobre el tiempo consumido por su portavoz.

Como Carlos Rojas gastó sus siete minutos reglamentarios en fórmular la pregunta, no pudo contestar a Susana Díaz a pesar de que rogó al presidente de la Cámara, Manuel Gracia, que le dejase unos segundos de más para no romper el diálogo parlamentario. Y no fue así, aunque antes, la propia Díaz consumió un minuto fuera de reglamento en hablar con el portavoz socialista, Mario Jiménez. Ante ello, el PP decidió marcharse del Pleno. Dejarlo. Esperanza Oña, viceprenta segunda del Parlamento, del PP, avisó a sus compañeros de la supuesta treta de Gracia al exigir a Rojas lo que había soslayado de Susana Díaz. Esto, efectivamente, es lo accesorio. Cuando sus parlamentarios volvieron, la diputada Teresa Ruiz Sillero le espetó a la presidenta andaluza que la comunidad parece la "Chicago de los años 20". Se refería a la petición de la juez Mercedes Alaya de proteger a un testigo en el caso de los cursos de formación, Teodoro Montes. Es decir, lo accesorio, al menos en un día como el de ayer.

Lo fundamental, en efecto, es la tasa de paro, y Susana Díaz se afanó por demostrar que su Gobierno ha puesto en marcha muchas medidas para aplacarlo, caso de los nuevos proyectos de la minería, del impulso a "la construcción sosetnible" o de la eliminación de trabas burocráticas. Sin embargo, esto no funciona o no lo hace como en el resto del país. Desde que España comenzó a crear empleo, hace un año, hay medio millón de parados menos, mientras que en Andalucía son sólo 31.800. La brecha no guarda proporción con la población de uno y otro. La presidenta apenas entró en las causas, sí en las responsabilidades políticas, básicamente, las de Madrid, según ella, aunque indicó que el problema había estado en la pérdida de 50.000 empleos en el campo. En dos ocasiones, se lamentó de que en Andalucía hubiera un millón de parados, aunque ésa es la cifra de las oficinas de empleo (antiguo Inem), la EPA da 1.419.100 desempleados. Susana Díaz reclamó de la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que bajase el listón de peonadas necesarias para cobrar el subsidio. "El presidente Rajoy tiene que mirar hacia el sur, si no lo hace hoy, ¿cuándo lo va a hacer?", se preguntó a este respecto.

Carlos Rojas comenzó su parlamento por ahí: "La que tiene que mirar hacia el sur es usted, presidenta, que sólo se mira a sí misma". "¿Qué hace, además, de la confrontación y el victimismo?", siguió. "Usted ha prometido un cambio que los andaluces no vemos por ninguna parte, pero es incapaz de romper la brecha de paro que nos separa con España", remató. Pero al cabo de los minutos, el portavoz popular derivó en el mantra de los casos de corrupción y, claro, Díaz lo aprovechó, pues si uno tiene los ERE, otro, el de Bárcenas, con toda "la camada de Aznar" imputada. Lo accesorio.

Ninguno de los dos partidos puede presumir mucho de blindaje contra la corrupción, este debate siempre termina en tablas, los beneficiados serán terceros, PP y PSOE andan liados en un endiablado bucle que se alimenta todos los días como un remolino que amenaza con cambiar el sistema actual de viejos partidos.

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