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Más divertido que entrenar

  • Toma ventaja Unicaja tendrá que sentenciar su pase de ronda la semana que viene en Holanda Clara superioridad El partido se jugó al ritmo que quisieron los almerienses, que ya carburan para la Copa

Los más optimistas soñaban un comienzo de año así, con victoria en Superliga ante Juvasa y en Copa Challenge ante un Groningen venido a menos. El 2012 se presenta repleto de retos porque, además de tener que asegurar el pase en Holanda en un competición europea en la que debutaron anoche, los almerienses tienen que volver a intimidar en Superliga y tratar de conseguir la machada en la Copa del Rey en Teruel. De momento, paso a paso, los tiempos se van cumpliendo.

Pese a que el marcador de un despoblado Moisés Ruiz anunciaba a los holandeses como Lycurgus, éstos ahora se llaman Abiant Groningen y el cambio de denominación no les ha sentado nada bien. El año pasado el equipo de los Países Bajos puso en mucho más aprietos a los almerienses que ayer. Desde el comienzo, los de Mondi sacaron todo su arsenal. Unicaja mandaba con mucha autoridad en el primer set (12-9, 13-10, 16-12) y se permitía el lujo de sólo activarse si en algún tramo de la manga los visitantes se acercaban a menos de tres puntos. Con un saque potente, un bloqueo poderoso y con el ánimo de una afición que, pese a que cada vez acude en menor número, es igual de ruidosa que en sus buenos tiempos, Unicaja iba a ponerle el broche al primer set. Antes, Viciana consiguió un punto precioso de colocador e Ibán Pérez demostró que el cañón de su brazo está presto y dispuesto para el nuevo año. Pese a que el colocador almeriense era duda por molestia musculares, demostró que es fundamental en este equipo, al que hace jugar al ritmo que más le interesa. Un fallo al saque de Klein, el único que intentó hacer algo distinto por parte holandesa, puso el 25-17.

El segundo set iba a ser más de lo mismo. Quien más quien menos se frotaba los ojos porque recordaba a un combativo equipo holandés, que puso las cosas muy difíciles la temporada pasada, y ayer no hubo ni rastro de él. No hay que quitarle méritos a Unicaja Almería, porque realizó un partido muy completo. La clara ventaja en el marcador de los verdes le permitió a Mondi probar cosas de cara al envite copero que tendrá lugar en Los Llanos de Teruel donde, como es habitual, esperan con el cuchillo entre los dientes. Si Unicaja tiene unos días como el de ayer en tierras turolenses, Delgado tendrá el honor de levantar un nuevo trofeo. Pero tiempo al tiempo. Primero cacemos al oso.

Hasta el 7-6, Groningen le aguantó a un Unicaja que iba a ralentí. Pero una gran finta de Salas le dio gas al fórmula 1 ahorrador, que comenzó a despegarse. Viciana colocaba unos balones que eran medio punto y Chourio e Ibán Pérez sólo tenían que elegir en qué lugar de la pista visitante colocarlo. Además, desde la línea de saque el equipo continuaba impecable y Gustavo Delgado conectó un misil que supuso el 20-14. Jesús Chourio, cuya vuelta es el mejor fichaje que han podido hacer los almerienses de cara al tramo más importante de competición, iba a cerrar la segunda manga con un espectacular bloqueo a Klein.

El técnico holandés, viendo que su equipo era incapaz de frenar el rodillo local, probó a mover el banquillo a ver si alguien en su equipo estaba, por lo menos, un poco inspirado. Entraron Van Werkhoven y Heins y, aunque sólo fuera por el efecto dominó, Groningen cogió las únicas ventajas del partido a su favor. 5-8, 5-10, 7-11... Unicaja había levantado el pie del acelerador y sólo era cuestión de volver a activarse para sentenciar. De no ser así, cualquier equipo tiene calidad como para complicarte la vida, más en competición europea.

Para evitar sorpresas, Mondi exigió cabeza y concentración. Y Unicaja volvió a ser el de hacía unos minutos. Con garra, luchó un punto que parecía imposible y Delgado conectó un tremendo remate desde zona cuatro que pasó entre el bloqueo. Acto seguido, tres saques seguidos de Chourio pusieron nuevamente por delante en el electrónicos a los verdes, 16-14. Era el momento de que las animadoras, con sus saltos y bailes, levantaran a los aficionados de sus asientos para que prepararan una sonora despedida al equipo tras su importante victoria. Los holandeses se jugaron el todo por el todo (22-20, 23-21, 24-22), pero Chourio se merecía cerrar el partido y lo hizo con un primer tiempo inapelable.

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