El Almería ha demostrado en las tres primeras jornadas que uno de sus problemas, entre otros como el de la seguridad defensiva, es la definición. Los unionistas llegan a puerta y gozan de ocasiones para llevarse los partidos; sin embargo, la puntería ante portería rival no es la deseada por un equipo de Primera División. En 270 minutos los de Francisco sólo han celebrado dos tantos, los materializados por Soriano (Espanyol) y Edgar (Córdoba), botín insuficiente para hacerse con los tres puntos, máxime cuando no se consigue dejar la portería a cero. Aunque dicen que las comparaciones son odiosas, el ejercicio pasado, a estas alturas, los almerienses ya llevaban seis tantos (dos por partido hasta la quinta jornada).

El vestuario rojiblanco es consciente de que la definición es uno de los problemas en el arranque de Liga, como reconoció ayer en rueda de prensa el propio Wellington Silva. "Falta algo para poder completar jugada: la definición. Estamos trabajando para lograr la solución de cualquier manera. Entrenamos para mejorar y salir al campo después e intentar hacerlo todo bien. Vamos a poder competir mejor ahora", reconoce el atacante cedido por el Arsenal.

"Todo partido de Liga está siendo muy, muy, complicado. Estamos trabajando muchísimo, dándolo todo, pero nos falta algo. Aún estamos a inicio de temporada y tenemos que mejorar muchísimo. Estamos trabajando mucho", prosigue el extremo diestro, que el pasado viernes aprovechó la baja de Jonathan Zongo para partir desde el once.

Y no lo hizo mal, siendo uno de los más destacados del plantel unionista, si no el que más. Sin embargo, fue sustituido a mitad de la segunda parte, cuando estaba todo el pescado por vender, algo que no entendió una afición que silbó el cambio. El propio Silva explica la sustitución: "Fue un cambio por decisión técnica. Yo estaba bien, no estaba cansando, pero necesitaba coger el ritmo de competición. Salí con todo, con mucha intensidad. Intenté darlo todo desde el primer momento, ya que tenía mucha ilusión. Quique también debutó en Primera y lo hizo muy bien".

El extremo, naturalmente, quiere seguir siendo de la partida, aunque antepone los intereses colectivos a los individuales. "A todos los futbolistas nos gusta jugar, pero sólo podemos jugar once. Hay que darlo todo por el equipo y por los compañeros para lograr la victoria. Jugué en casa, con la afición, el míster confió en mí. Pero si estoy fuera, voy a seguir igual, con la misma dinámica", apunta al respecto.

Traerse los tres puntos de Anoeta el domingo aportaría una buena dosis de tranquilidad y moral al plantel rojiblanco. Pero el encuentro no será nada fácil, como sabe el propio '8' unionista: "Tienen unos delanteros muy rápidos y buenos. Cuando roban el balón, salen bien a la contra. Vamos a tener que trabajar mucho, es un campo difícil. Y, cuando robemos la pelota, hay que tocarla bien y salir jugando, ya que la Real deja muchos espacios".