Aprovechando el parón por los compromisos internacionales de la Selección Española, la plantilla rojiblanca ha tenido un jueves de diferentes actos sociales. Aunque el ritmo de los entrenamientos no ha bajado, el no tener partido inmediato favorece que los jugadores hayan acudido a la inauguración de una nueva tienda futbolera y la sede de una de las peñas más animosas del Mediterráneo, Sentimiento Rojiblanco.

Tras el entrenamiento matinal que consistió en un partidillo intenso con el filial, el míster Francisco; el preparador de porteros, Ángel Férez; los jugadores Corona, Soriano, Rubén, Fran Vélez y Michel, así como el director general del club, José Juan Bonillo y el consejero Luis Guillén, estuvieron en la Avenida del Mediterráneo, 356. Allí, en un novedoso y llamativo escaparate, se puede leer el cartel de Soloporteros, una tienda abierta por el exjugador rojiblanco Barbero, con su socio Emilio. El club ha aprovechado que el meta del ascenso a Segunda con la UD ha abierto la franquicia, para poner un pequeño stand de productos del conjunto presidido por Alfonso García. De esta manera, además de todo el calzado deportivo de fútbol y fútbol sala, en Soloporteros también se podrán adquirir productos de la UD, al igual que en la tienda del Mediterráneo.

Por la tarde, pasadas las 19:30, había un nuevo acto, esta vez en el Barrio Alto. Verza, Azeez, Ximo y Julián Cuesta, además de los consejeros Luis Guillén y Jesús Verdejo, estuvieron con David Madrid y su peña Sentimiento Rojiblanco. Y es que el clásico Bar Hernández ha cedido su recinto para que los peñistas tengan un sitio en el que reunirse para celebrar sus reuniones, actos, fiestas o, simplemente, juntarse para comer o ver los partidos foráneos de la Unión Deportiva Almería los fines de semana.

Visiblemente emocionado, el presidente David Madrid dedicó unas palabras a todos los allí presentes y recibió un sonor aplauso, además de una camiseta de unos peñistas capitaneados por Luis Vita. Igualmente, la peña Viator entregó una metopa conmemorativa por la apertura de la nueva sede, poco después de que Verza y Azeez descubrieran una placa entre las fotos, bufandas y carteles de la peña. José Ortiz, excapitán del Almería, también acudió y compartió mesa y mantel con los presentes.

Una vez que se entregaron todos los recuerdos, la peña organizó una cena íntima para todos los presentes, con los jugadores como invitados estrellas. Como no podía ser de otra forma, los peñistas benjamines eran los más ilusionados y no pararon de pedir firmas y de querer echarse fotos con Verza y cía. Sin duda, un jueves más divertido que de costumbre, pero tan agotador como si de un partido se tratara.