No quiso exhibir ante el público Juan Ignacio Martínez su varita mágica, se la quedó para él para que nadie le coja el truco a este Almería que ha podido rectificar en este final de 2014 sus últimos meses. Dos partidos lleva el ilicitano en el conjunto rojiblanco y dos victorias ha conseguido. La una vale puntos, la otra moral y un pase copero.

No era fácil el escenario en el que el entrenador rojiblanco iba a estrenarse, pero ha entrado con el mejor pie posible en el club presidido por Alfonso García. "Quiero felicitar en primer lugar a todos mis jugadores, a todos. Era un partido complicadísimo porque llegaba el parón y por la mala dinámica que llevábamos. El esfuerzo de los chavales ha sido impresionante, el Celta nos ha puesto en muchos apuros pero hemos sabido mantenerlo en línea. No me gusta individualizar en nadie, pero hoy [por ayer] me quiero centrar en Julián por el penalti que ha parado y por el gran trabajo el día de su debut", dijo el técnico alicantino que ve que su equipo ha cambiado en la última semana y ha potenciado esas facetas que él considera fundamentales: "Si somos capaces de mostrar esa solidaridad, espíritu de sacrificio, y también esa necesaria pizca de suerte que hoy también hemos tenido, vamos a salir de ahí. Con esta mentalidad ganadora nos vamos felices a Navidad y cambia la forma de ver las cosas gracias a estos tres puntos de oro".

Sobre su lectura del partido, su buena lectura del partido, el míster comentó que lo principal era mantener bien cerradas las líneas, para aprovechar la velocidad a la espalda de la defensa gallega. "El Celta es un equipo muy atrevido, con muy buen trato de balón y sabíamos que íbamos a tener espacios para contragolpear. Cuando empezamos a notar el cansancio, sacamos a Thievy y Quique para ser rápidos arriba y a Mauro para ayudar cuando el Celta puso dos delanteros".