La Navidad es para pasarla en familia. Diciembre es un mes para disfrutar de tus seres queridos y de ese calor que solamente te da tu hogar, donde te has criado y has crecido feliz. Son días para reencontrarse con esos hijos e hijas que llegan de estudiar fuera, desde distintos países, o con esos padres que, por culpa de la crisis, han tenido que probar suerte lejos de su ciudad para que no falte un plato de comida cada día a nadie de su familia. Con la Navidad también llega el turrón, como bien dice el anuncio, y el parón en la mayoría de las categorías de fútbol y otros deportes. Cambiar el chip, descansar y cargar las pilas para la segunda vuelta, es el objetivo de todos los jugadores que esta semana pasarán las fiestas en casa, con sus seres más queridos.

Un claro ejemplo de reencuentro y unión navideña es el de la familia Pérez Rodríguez, en la que sus dos hijos pequeños, los gemelos Javi y Carlos, vuelven a gozar de tiempo juntos después de afrontar, por primera vez en su trayectoria como futbolistas, una primera vuelta en equipos distintos. Ambos pertenecen a la UD Almería, aunque Carlos se marchó cedido este curso al Huércal-Overa CF del Grupo XIII de Tercera División. "Por ahora el equipo va muy bien, somos segundos y esperamos meternos en liguilla y luchar por el ascenso, a pesar de que la plantilla se confeccionó para lograr la permanencia", comenta el defensa de 19 años de edad del conjunto huercalense. Su hermano Javi sigue defendiendo la elástica rojiblanca, en un filial en el que ha tenido la suerte de gozar de bastantes minutos en el primer tramo de esta temporada. "Me dieron la oportunidad de jugar debido a las lesiones y sanciones que había cada semana y creo que lo he hecho bien. Me veo bien en esta categoría, espero tener más minutos en un futuro", asegura el defensor del Almería B.

Los dos jóvenes están viviendo una experiencia que no habían conocido anteriormente, defender elásticas distintas. Admiten que "nos echamos de menos, porque siempre estábamos con bromas cuando jugamos juntos. Lo notamos mucho en el día a día, en los entrenamientos y cuando sales al campo y ves que no está tu hermano, la persona con la que más confianza tienes". A pesar de su separación deportiva, los dos, aunque coinciden menos por los horarios de uno y otro, afirman que ahora, desde que militan en clubes distintos, "hablamos más de los partidos de uno y otro, de las cosas que pasan en el vestuario, curiosidades, anécdotas...". Sus padres, Manuel y Carmen, tienen la suerte estos días de tenerles en casa, de verlos juntos, con su hermano mayor, Manu. Pero meses atrás la situación ha sido bien distinta, por motivos futbolísticos. "Esta campaña estamos teniendo suerte con los horarios. Por la mañana suele jugar el filial y el Huércal-Overa por la tarde. Voy a ver a Javi y luego, sin comer, llevo a Carlos a su partido. Allí en El Hornillo como, siempre nos tratan muy bien. Estoy haciendo muchos kilómetros, conociendo cada vez más la Región de Murcia", dice entre risas Manuel, que espera que en un futuro no muy lejano, los dos vuelvan a defender la misma camiseta, algo que sería beneficioso para sus hijos y que además evitaría que tuviese que ir con la lengua fuera cada domingo para ver a los dos jugar. "Lo ideal es que se reencuentren", afirma. Curiosamente, podría darse la situación de que la próxima temporada, en un hipotético caso de que el Huércal-Overa ascienda a Segunda B, Carlos y Javi vuelvan a verse juntos sobre el mismo césped, pero como rivales. Manuel prefiere no pensar en ello, pero admite que "sería complicado, la verdad. Tenemos corazón rojiblanco, pero en Huércal-Overa nos han tratado muy bien, es como nuestra segunda casa".

Mientras se cumple o no el deseo de la familia de ver a los dos jugadores en el mismo equipo, sus padres y su hermano mayor disfrutan de su presencia en casa estos días, de verles juntos, como siempre han estado. "Ahora es el momento de desconectar del fútbol, de disfrutar de la casa, de la familia y pensar en otras cosas", dicen los gemelos, que abrieron a Diario de Almería las puertas de la casa de los Pérez Rodríguez, que pasarán esta Navidad más unidos que nunca.