Thomas Teye Partey es, a sus 21 años (el 13 de junio cumplirá 22) el mayor de ocho hermanos, cinco del primer matrimonio de su madre y otros tres más del segundo. Como todo futbolista africano que quiere abrirse paso en el fútbol europeo tiene tras de sí una historia cuando menos curiosa, la de su descubrimiento en las calles de una población cercana a Acra, la capital de Ghana, por un cazatalentos español que lo captó en 2011.

-¿Cómo empieza Thomas en esto del fútbol en su Ghana natal?

-Mi padre entrena y preside un equipo en Odumase Krobo, donde jugué de 7 a 9 años. Allí me llaman Senegal, apodo que me puso mi padre porque dice que mi juego se parece mucho al de un amigo suyo que respondía a ese nombre. Después estuve en un equipo de barrio hasta cadetes y luego, ya en el Teamyouth, de la Segunda ghanesa, jugué un play off de ascenso. En 2011 conocí a un representante que nunca me vio jugar, pero sabía de mi nombre. Le hablaron bien de mí, pero yo no tenía tiempo de verlo porque no tenía dinero ni para comer y debía ver a mi padre. Llevaba un mes buscándome para llevarme a jugar a España.

-¿Y de qué modo arranca su aventura en España?

-Me fui a probar en los juveniles del Atlético y me cogieron. Después de 4 meses con el juvenil B me subieron al A con Oliver Torres [cedido en el Oporto] y terminamos como campeones de Liga. Al año siguiente me subieron al filial con Alfredo Santaelena, nos salvamos y luego me fui al Mallorca. No es fácil, pero mis repres confían mucho en mí. Son dos, uno que viaja a Ghana y otro que es español, José Jiménez.

-¿Cómo vivió su familia su debut en Primera con el Almería?

-El primer partido que vieron fue contra el Barcelona, allí solo pueden ver los partidos grandes. Me llamaron y me dijeron que estaban muy contentos.

-¿Ha jugado alguna vez en las categorías inferiores de la selección de su país?

-Tras acabar con el Mallorca el verano pasado, entrené con la selección sub-20 antes del Mundial de Turquía, pero no me cogieron. El entrenador hizo su equipo y me fui de vacaciones pensando en el Almería, aunque por mí también se interesó el Córdoba.

-¿Y qué tal se encuentra en Almería?

-Estoy muy contento en Almería, por el equipo y por la ciudad. Me encantaría seguir, pero todo depende de mi represenante y del Atlético de Madrid, no puedo decir nada porque tengo contrato [cuatro temporadas más], pero a mí me encantaría continuar.

-La llegada de Sergi parece haber favorecido su juego, ¿qué le pidió desde el principio?

-Me pide que le ponga mucha intensidad, como a todo el equipo, y al principio tamibén me dio mayor libertad para atacar, aunque ahora como tenemos bajas atrás tengo que defender más.

-¿Estaría dispuesto a suplir a Dos Santos frente al Málaga?

-Puedo jugar de central porque defendemos y saltamos igual que en el medio, tenemos que estar mentalmente defensivos, sin regatear atrás, pero haciéndolo fácil y tocando para el portero no veo ninguna complicación. Si hace falta jugar de portero también podría hacerlo...

-¿Entiende el arbitraje español?

-A veces no entiendo a los árbitros porque hay balones a los que voy fuerte y chocan contra mí, pero me expulsan. No sé qué hacer e intento bajar mi ritmo de partido para que no me saquen la segunda amarilla, me molesta mucho. Ya llevo once esta temporada.

-¿El punto contra el Celta es bueno o insuficiente?

-Veo que es un punto muy bueno para el equipo porque es mejor empatar que perder. Creo que con este trabajo de la segunda parte tendremos más confianza para enfrentar al Málaga. Tenemos que ir partido a partido, primero el Málaga y luego los siguientes.