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Tres nombres en la mesa

  • Interés por Luis César Sampedro, que no seguirá en el Albacete El preferido por el presidente es Garitano Rivera, opción fiable y económica

Alfonso García todavía no ha empezado a planificar el regreso a la Segunda División, pero sabe que se le exige un proyecto ambicioso para retornar a la máxima categoría tras el importante fiasco del año deportivo que acaba de finalizar. No sólo la afición espera algo más apetitoso que el último y decepcionante equipo, sino que lo normal es que el propio presidente se haya dado cuenta de que tiene que inventir para sacar buenos resultados y para optar a los dineros televisivos que se van a empezar a repartir, sobre todo, los clubes de Primera.

Ni todavía se han puesto las bases del nuevo proyecto, ni el Almería es precisamente un club transparente en cuanto a planificación se refiere. Por eso, es difícil saber por dónde van a ir las directrices deportivas rojiblancas a partir de junio, que comenzarán con la llegada de un nuevo entrenador. Sergi tenía contrato hasta el 30 de junio y al no haber cumplido su cometido, lo normal es que no siga. Además, hay equipos de la máxima categoría que lo quieren, como es el caso del Getafe. Por eso, el primer nombre a decidir tiene que ser el del ocupante del banquillo.

Desde Albacete apuntan a que el Almería ya ha contactado con Luis César Sampedro, técnico con experiencia en la categoría que siempre se ha movido entre Segunda y Segunda B. El gallego, portero del Racing de Ferrol en la promoción de ascenso del Almería CF en la temporada 1994-95, fue hace algunas campañas entrenador del Poli Ejido y ahora está peleando por salvar al conjunto manchego. Éste le ha puesto una oferta de renovación encima de la mesa, que Sampedro todavía no ha aceptado puesto que le atrae el reto del ascenso que le propone el Almería. Ésta es la opción que maneja de la secretaría técnica rojiblanca, que valora la experiencia y el partido que le saca el gallego a los jugadores jóvenes. El Córdoba, que pretendía a Francisco, también ha preguntado por él.

Los tiros de Alfonso García van por otro sitio. Al presidente le gusta Gaizka Garitano, técnico que subió al Éibar desde Segunda B a Primera y que fue coherente con su trabajo al querer marcharse por no haber consigo la salvación hace tan sólo unos días. Además, se trata de un entrenador joven, con ganas de seguir creciendo y con una ficha no demasiado elevada. Sin embargo, el trabajo de Garitano ha gustado a equipos de superior categoría y más poderosos que el Almería, por lo que su fichaje sería complicado y obligaría al club a poner sobre la mesa un buen contrato.

La tercera vía, la preferida por la cantera y por un sector de la afición que cree que es el momento de apostar realmente por el filial, es la de Miguel Rivera. El malagueño ha hecho una temporada maravillosa en el Almería B y si no fuera porque gracias al primer equipo no puede subir, posiblemente habría conseguido el ascenso a Segunda sobre el campo. Es un hombre muy experimentado en Segunda B, no así en la categoría de plata. Pero ambición, conocimiento del club y carácter no le falta [a Thievy lo dejó en la grada en el encuentro ante el Madrid]. Además de que estruja físicamente a su plantilla para sacar un buen rendimiento y evitar que se duerman, sus equipos juegan bien, con verticalidad. Es la opción de la casa, la más económica y una apuesta similar a la que se hizo con Francisco.

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