La fragilidad aérea exhibida por el Almería en el duelo frente al Real Zaragoza en La Romareda podría precipitar el desembarco en la titularidad de Carlos Cuéllar. Casto Espinosa fue objeto de un continuo bombardeo de balones colgados al área pequeña y las más de las veces los rivales lograban plácidos remates ante la pasividad de los centrales unionistas.

Sergi Barjuan y su segundo, Ramón de Quintana, han tomado buena nota del problema y meditan no demorarse más para darle solución, que pasaría por alinear al central madrileño en el once que dispongan el próximo domingo frente al Osasuna, que además cuenta en sus filas con el gigante Bogdan Milic, el ariete más alto de la Liga Adelante (202 centímetros).

Los despistes en la defensa de balones por alto son achacables tanto a Morcillo como a Fran Vélez, si bien el damnificado podría ser el jugador tarraconense, teniendo en cuenta su perfil diestro y que se le ve más apático de la cuenta en este arranque liguero, sin obviar que Morcillo vio puerta en la capital maña.

En el 1-0, obra de Wilk, queda retratado el propio Vélez, marcador del futbolista polaco en ese momento. En el 2-2, marcado por Ángel Rodríguez, son Dubarbier y Morcillo quienes están en entredicho, dada la pasividad del argentino para permitir el centro de Jaime Romero y del valenciano para impedir el remate del ariete canario.

En el 3-2 definitivo es cierto que Casto podría haber hecho algo más (si no eran pocas las paradas decisivas que ya había acometido) pero no le resta responsabilidad a la pareja de centrales, ya que Cabrera se cuela entre Fran Vélez y Morcillo sin oposición alguna y cabecea en el área pequeña con plena comodidad.

Tres razones de peso para pensar que la alternativa para Cuéllar está próxima, más aún teniendo en cuenta que fue firmado precisamente para aportar su envergadura en ese tipo de acciones, así como su experiencia a una defensa que ha encajado cinco goles en dos partidos. Cuéllar estrenaría titularidad ante su ex equipo.