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Diagnósticos dispares a idéntico problema

  • Miguel Rivera insinúa malas relaciones entre Sergi y el vestuario ("un resfriado mal curado") mientras Soriano lo pinta todo color de rosa

A veces una misma realidad se ve desde prismas distintos en función de que se esté dentro o fuera de un determinado colectivo, aunque quien lo perciba desde fuera esté relativamente cerca del foco de conflicto. Ayer se escenificaba esa disparidad de criterios a la hora de diagnosticar la problemática que ha derivado en la destitución de Sergi.

Miguel Rivera, en su renovada interinidad mientras llega el sustituto del técnico catalán, tiraba de 27 años de experiencia en los banquillos para analizar lo ocurrido comparándolo con un catarro mal curado: "No hay un problema solo, son muchos problemitas. Esto es como cuando alguien se resfría y no se cura bien, no hemos curado bien el resfriado, se complica, llega la pulmonía y la neumonía. Teníamos que haber curado el catarro cuando apareció. A veces no afrontamos bien el problema o no acertamos en la decisión tomada, los entrenadores nos equivocamos. Los técnicos tenemos que manejar grupos, que son futbolistas, pero debajo de ese disfraz hay una persona con sus problemas, que no hay que olvidar. Un día no ha descansado bien por un problema sentimental, económico, familiar... Cuando hay confianza y estás abierto, lo conoces y lo puedes solucionar. Pero si no te dan el 100% un día y no sabes por qué, igual te creas un pequeño problema. Si no eres capaz de hablarlo para solucionarlo, el resfriado se convierte en pulmonía. Han ocurrido una serie de cosas que se convierten en derrotas y si no reaccionamos para curarlas pronto el proceso deteriora y descompone. Hay que procurar que vengan más victorias, sentarse y analizar, por ahí creo que van las cosas".

De las afirmaciones del preparador malagueño se desprenden malas relaciones entre Sergi y el vestuario (o al menos gran parte del mismo), si bien a los pocos minutos, sentado en la misma silla, Fernando Soriano daba su versión como capitán, más edulcorada y por momentos pintada en color de rosa, negando que hubiera escaso feeling: "Nuestra relación personal y deportiva [con Sergi] era cordial y buena, no ha habido ningún tipo de problema en ningún momento, ni entrenando. Conocéis mi carácter, que a veces me cabreo cuando no me pitan algo y ni se ha dado un tema de esos. Cuando ha habido alguna cosa se ha hablado, incluso en grupo, y no conmigo, sino normas de grupo que en un primer momento podrían parecer que no gustaban y han gustado e incluso se siguen manteniendo. Puedo asegurar que en el tema entrenador, a nivel relación con la plantilla o conmigo personalmente, quien quiera especular con esas cosas es libre de hacerlo, pero lo puedo desmentir rotundamente".

Cierto aire de cinismo pesaba ya en el ambiente de la sala de prensa al ventilarse dos visiones de un mismo hecho diametralmente opuestas, reafirmándose Rivera en su tesis e insinuando que igual un café con Sergi habría servido de alguna ayuda: "El problema lo veo así y así lo respondo. La situación de la primera jornada es totalmente diferente a la séptima (...) Esa exposición es por la experiencia, porque me he encontrado en muchísimas situaciones parecidas. Cuando vengo al filial es la jornada 24 y tenemos 18 puntos, está claro que había problemas. Hablas con los chavales, con una magnífica plantilla, y reaccionan. En el Cartagena me ocurrió algo parecido y presumo que puede ir por ahí la cosa por lo que he detectado hablando con ellos [con el vestuario], pero si a lo mejor hubiéramos tomado un café habría expuesto una idea por la experiencia de 27 años en el fútbol. Los vestuarios siempre tienen la misma solución: la verdad".

Al menos esa es su verdad y lo cierto es que pareció bastante convincente en su exposición, con Soriano limitándose al recurrido manual del jugador diplomático con brazalete: "Por desgracia esta situación la conocemos varias veces, se intenta buscar un cambio de dinámica. La plantilla está triste porque se siente responsable de la situación, que cesen a una persona de la que estamos convencidos que ha dado el máximo por este equipo, por sacar el máximo de nosotros. Sabemos cómo es el fútbol, lo que se busca siempre, e intentaremos cambiar la situación por el bien del club, nuestro y de la ciudad porque todos estamos interesados en cambiar esta dinámica y salir de los puestos de descenso". Idéntico problema; diagnósticos dispares. Para salir del hoyo lo primordial es un punto de partida en común.

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