Hay recuerdos que son imborrables, y si la ciudad de Almería tiene uno reciente que perdurará en la memoria de todos los almerienses de por vida, por la huella que dejó en la ciudad, sin duda son los Juegos Mediterráneos del 2005. Diez años después, y haciendo honor a su importancia y al legado que dejó, sobre todo en lo que a infraestructuras se refiere, la ciudad quiso celebrar el décimo aniversario desde que se realizase en tierras almerienses el evento deportivo más importante en la historia de Almería. El Maestro Padilla acogió anoche auténtico espectáculo con música en directo, deportes y reconocimientos. Una fiesta desarrollada al ritmo de la Big Band ClasiJazz, y cuyo nexo conductor fue una Puerta del Tiempo que trasladó, en tres sketck, al presentador Álex Navarro y a Indalete, a un recorrido por la historia de la ciudad, a las anécdotas de los voluntarios y a distintas competiciones con sus entregas de medallas. Un evento en el que se recrearon disciplinas deportivas y hasta en un momento dado se convirtió el patio de butacas en un invernadero, como en la ceremonia de inauguración. Emoción, solemnidad y humor se unieron anoche, al igual que los tres aros del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos, para celebrar los diez años de un evento histórico para la ciudad. Una gala, repleta de público, en la que se concedieron Escudos de Oro a Juan Megino, presidente del COJMA, Amar Addadi, presidente del Comité Internacional de los JJMM, y Vicente Añó, consejero delegado del comité organizador. También reconocieron a los 32 miembros del comité técnico, a los voluntarios y las subsedes: Cuevas, El Ejido, Gádor, Huércal de Almería, Roquetas, Vícar, Adra y Vera. El Ayuntamiento de Almería culminó así un año de celebraciones que comenzaron en febrero con la apertura del Centro de Documentación. En marzo se desarrolló la segunda gran actividad, con un merecido homenaje a los más de 7.000 voluntarios.