La aguja está esterilizada y la jeringuilla a punto para llenarse de la sangre de los futbolistas rojiblancos. Esta tarde toca analizar en el microscopio las plaquetas, glóbulos rojos y glóbulos blancos de la plantilla almeriense, para ver si realmente se han enriquecido con los métodos de Gorosito, o si siguen igual de pobres y lo de los últimos partidos ha sido sólo la mejoría que precede a los dramáticos finales.

Pese a que médicamente se recomienda llegar en ayunas al análisis, los jugadores tienen que llegar con los depósitos cargados de glucosa a la cita de las seis de la tarde para no desfallecer en ningún momento. Da igual ver cómo la ATS te busca la vena, mirar el agujazo o cómo la jeringa comienza a llenarse. Lo importante es no marearse en ningún momento, mantener la cabeza fría y salir airoso de los instantes más estresantes. Además, como una madre que ve a su hijo presa del pánico, el público estará en todo momento pendiente de su equipo y le dará el aliente necesario. Los análisis son molestos, el más el impacto visual que otra cosa, pero son necesarios para cualquier ser humano. Y el Almería necesita dejar claro que está recuperando la salud.

Lo cierto es que mejoría ha habido con los fármacos aplicados por Gorosito. Ahora hace falta ver si el tratamiento permite salir ya de la cama y empezar a hacer vida normal, o si todavía sigue en cuarentena. El resultado de esta tarde permitirá ver la evolución de un equipo que está a punto de cumplir una vuelta entera en zona de descenso, pero que puede evitarlo si encandena un par de victorias consecutivas. La primera, factible, debería de llegar esta tarde ante un Lugo de mitad de la tabla, que haría buenísimo el empate logrado el pasado domingo ante Osasuna.

El míster rojiblanco sigue fiel a su filosofía de dar el once y sorprender con alguna de sus decisiones. Las importantes bajas en defensa, sobre todo la de Morcillo que comandaba la defensa, van a ser cubiertas como todo el mundo preveía. Vélez se va a incrustar como central zurdo y Goñi tendrá que hacer un mayor esfuerzo para adaptarse al largo carril que tienen para sí los laterales rojiblancos. Igualmente, Lolo Reyes volverá a la medular. Con lo que nadie contaba era con la vuelta al once de Pozo, futbolista del que Gorosito ha hablado maravillas, pero con el que habitualmente no cuenta. Sin embargo, el malagueño toma el relevo de Jonathan en el extremo derecho, la novedad de la pasada semana en Pamplona. El menor trabajo defensivo que tienen que realizar ahora los hombres de ataque puede beneficiar a un Pozo que tendrá espacios, puesto que el Lugo de Milla es de la escuela de Sergi: equipos de demasiado toque de balón y defensa ciertamente adelantada.

Si el malagueño se quita el miedo que tiene en lo alto, como ha quedado de manifiesto en los últimos partidos jugados, en los que apenas era capaz de controlar el balón, el Almería armaría un ataque interesante. El mediapunta puede surtir de buenos balones a Chuli, que está retomando las ganas, y debe aprovechar junto a Quique las superioridades en ataque, puesto que los rojiblancos descuelgan ahora a sus tres hombres de ataque a la hora de defender. La oportunidad la pintan calva, el estado de salud local depende en buena parte de superar este análisis.