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Un cerebro inquieto y campeón

  • Alba Barranco, del Club Ajedrez Indalo, se ha proclamado hace una semana campeona de España en la categoría sub'8 Su próximo objetivo es estar en Praga en agosto en el Europeo

"Papá, ¿sabes lo que he pensado? Que voy a ganar el Campeonato de España porque quiero ir a Praga, no me he subido nunca a un avión y quiero ver cómo es". Se lo dijo Alba Barranco hace tres semanas a su padre Guillermo, exfutbolista del Levante, Poli Ejido, Almería B, Comarca de Níjar y Vera, dos antes de ir a Salobreña (Granada) a disputar el campeonato nacional. Avisado quedó y ella cumplió, pues esta joven ajedrecista del Indalo se proclamaba hace unos días campeona de España sub'8. Ambos pasaron ayer por Diario de Almería para mostrar su trofeo y, de paso, jugar una partida.

Alba juega con blancas y su primer movimiento es el llamado gambito de la dama, por el cual sacrifica el peón central para sacar ventaja posterior por esa parte del tablero. "El centro es más bueno que los laterales, porque aquí puedes pillar más cosas. Es como si hubiese un pulpo y puede ir a más casillas", explica la almeriense, que este año ya se ha proclamado campeona de Almería, de Andalucía en Huelva y de España en Salobreña, este último la pasada semana y frente a 120 rivales. Tras su movimiento inicial y en un acto instintivo, golpea el móvil como si del reloj de cambio de turno se tratara.

Empezó en la gimnasia rítmica, "pero me aburría". De ahí pasó al baloncesto, pero tampoco le llamó la atención. Con cinco años probó en el ajedrez y de ahí ya no ha salido. "Es una niña muy nerviosa y este juego le ayuda a concentrarse", comenta su padre, Guillermo, que ha cambiado el césped por el tablero y el balón por las piezas para practicar con su hija. "El primer día, mientras yo hablaba con el monitor, ella estaba dando saltos por encima de las mesas", añade. Durante la entrevista, Alba se levanta momentáneamente y empieza a girar sobre diferentes sillas.

Alba saca el alfil a la banda para apuntar al centro y seguir la diagonal. La idea es siempre ir al centro. En su siguiente movimiento, saca al otro peón central protegiendo a d4 y desarrollando así una diagonal para el otro alfil y el juego con la dama.

"Al principio de esta temporada sí pensé que igual podría llegar a ser campeona", explica su padre, a quien antes jamás se le había pasado por la cabeza. "El primer día ganó las dos primeras partidas; al día siguiente perdió las dos y tratamos de animarla para que acabara bien. Nunca vamos a los torneos con el objetivo de ganarlos, sino de que se lo pase bien. Y el tercer día se vino arriba y se colocó en los puestos de cabeza, ganó a rivales superiores y se llevó el torneo", cuenta Guillermo. Lo hizo sin presión. "Ella no sabía que se lo estaba jugando", dice Guillermo. "Yo no me lo esperaba", confirma ella.

Entrena unas cinco horas a la semana y en el colegio ha sacado todo sobresaliente y notable. Siendo ajedrecista, las matemáticas son una de sus asignaturas favoritas. Y tiene claro que de mayor quiere ser "médica y profesora de ajedrez".

"Para el futuro solo queremos que siga aprendiendo y disfrutando", prosigue, añadiendo que "es la relaciones públicas de los torneos" por la cantidad de amigos que suele hacer en cada campeonato. De momento, su siguiente torneo de importancia está previsto en Praga, en el Europeo, en el mes de agosto. Será la primera vez que salga de España y lo hará previsiblemente con su madre, Lourdes, pues Guillermo ya gastó de sus vacaciones para este campeonato y duda mucho de que pueda disponer de más días.

Mientras tanto, la partida entre padre e hija ha continuado su curso. Alba se ha dado cuenta de que tiene la torre amenazada por el alfil. "Está mejor ella", dice Guillermo. "Y llevo un peón de más", apunta Alba. A medida que avanza el juego, cuesta más tomar decisiones y el ritmo decrece. Alba hace un cambio de piezas con la reina, sabedora de que sigue teniendo ventaja sobre el tablero, con un peón pasado. "Aparte de que voy a hacer peón pasado también tengo otra cosa", comenta ella, "torre por f5, un peón suelto", que es la jugada que finalmente hace. "Peón gratis". Guillermo, que como futbolista nunca dio un empate por bueno, "firmaría tablas sin problema". Alba evita un mate y abre un escape para el rey y lo va acercando hasta atacarle por el flanco izquierdo y darle la puntilla. Ahora, a prepararse para Praga. Porque nunca se ha subido a un avión y quiere ver cómo es.

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