Algo tiene la camiseta verde de Unicaja Almería. Pueden quitarle jugadores cada año, tener que remozar la plantilla casi por completo, pero el espíritu y el alma de este club vale más que cualquier talonario cargado de ceros. Piero Molducci habló en la previa de la falta de amor a unos colores que existe en el voleibol español y partidos como ayer son la mejor demostración que más vale cobrar un poco menos y estar a las órdenes del mejor entrenador del mundo, en un club que siempre va a ser favorito a todo.

Asustaba Palma, con unas siglas muy diferentes ahora a las clásicas. Llegaba plagado de grandiosos jugadores, la mayoría entrenados y mejorados por Piero, pero ni ellos saben cómo contrarrestar las estratagemas que plantea el técnico italiano durante los encuentros. No hay que quitarle ni un ápice de mérito al partidazo que hicieron ayer los verdes, que no partían como favoritos, y que demostraron quién manda en el Moisés Ruiz y quién va a poner toda la carne al asador para que el nombre de Almería sea cada año más laureado a nivel nacional.

Eso sí, tampoco hay que echar las campanas al vuelo porque sólo van dos jornadas y esto acaba de empezar. Unicaja no es de los que se suben a la nube, sabe gestionar con cabeza el éxito. Este primer partidazo de la Superliga Masculina llegó demasiado pronto, con ambos equipos aún en proceso de adaptación. Los verdes, de hecho, ayer tampoco estuvieron a todos sus efectivos, ya que Alemao no pudo participar al haber sufrido un proceso febril que no les permitó entrenar durante toda la semana.

El primer set cayó del lado de local tras ir por delante con claridad desde el empte a 4. Así, se sucedieron los tanteos de 8-4, 10-6 y hasta de 18-13, con Ca'n Ventura haciendo la goma en varios momentos para llegar a situarse 19-17 primero y empatar a 20 y a 21 después apoyado en los saques de Víctor Viciana. Entró Ferrera por Israél Rodríguez con el 22-21 y dos bloqueos seguidos de Borja Ruiz pusieron la manga de cara con 24-21. Finalmente se tardó un total de 24 minutos en finiquitarla (25-22). La clave había sido el buen uso del saque y los ataques muy altos de Moisés Cézar por un lado, además de la resolución de un Borja Ruiz al que le gustan los finales apretados.

El segundo set fue para Ca'n Ventura, que además dejó en solo 16 puntos a Unicaja sin que nadie pudiera prever tal tanteo a la llegad del tiempo técnico. El intercambio de golpes fue permanente, con igualadas continuas hasta que se paró el choque en el 10-12. Después la marcha balear fue imparable, con los verdes sufriendo mucho en recepción para controlar el saque del conjunto visitante. A Viciana se sumó Jorge Fernández desde el fondo de cancha, con tres saques directos en total, y pegado a la red, en donde era un recurso muy utilizado por el almeriense en ataque. Viciana cuajó un gran trabajo repartiendo el juego por puntay decidió con su saque, pese a las interrupciones de los tiempos de Piero Molducci (15-21).

El tercer set fue realmente espectacular, calcado al segundo en cuanto a los tanteos iniciales pero con Unicaja por delante en el tiempo técnico por 12-11. No quería ceder nadie, era el psicológico y se fue a un final de 29-27 para los de Piero Molducci. Las igualadas siguieron en los momentos decisivos y hubo dos puntos de set que Ca'n Ventura no pudo aprovechar mientras que los ahorradores sí hicieron bueno el segundo del que dispusieron. De nuevo Ferrera entró por Israel Rodríguez y fue determinante para coger dos puntos de renta, si bien el hombre del partido por ese momento era Juanmi González. Mejor lectura en los ahorradores y casi media hora de juego para el amplio tanteo antes apuntado.

El cuarto podía ser el definitivo para una victoria importante de tres puntos o para alargar el duelo hasta el tie-break, así que otra vez más nadie cedió y el punto de ventaja para unos u otros de modo alternativo fue la nota general tras una buena renta de cuatro que Unicaja no pudo conservar (7-3). Guilherme fue retirado dejando su sitio a Cairus, pero los problemas para controlar el saque ahorrador siguieron. Seguramente la nota diferenciadora fue que Viciana erró los dos de los que dispuso, y su equipo lo notó pese a que el almeriense aportó en ataque y defensa. Hubo cierta polémica y una tarjeta roja a Juanmi González justo a la mitad del set, pero sobre todo cabe resaltar que debutó en superliga el joven Antonio Casimiro Artés, y que lo hizo en los momentos más importantes en los que se cuajó la victoria. Fran Ruiz y Daniel Macarro al saque pusieron una ventaja que pudo ser decisiva para Ca'n Ventura (18-20), pero dos errores del equipo insular llevaron al empate y los 'jóvenes veteranos' de Unicaja supieron jugar el final apretado. Ruiz y Ferrera bloquearon, y nunca mejor dicho, los deseos de alargar el choque de los de Marcos (25-22).

Victoria de prestigio, de las que demuestran que a Unicaja hay que tenerle respeto. Eso sí, hay que seguir con la humildad de siempre.