Almería-nastic de tarragona

Mejor con los jugones (3-0)

  • Soriano alinea por fin a Pozo y el malagueño se inventa el 1-0, materializado por Puertas, que firma el segundo después de que el Nástic rozara el 1-1 con diez Quique pone la guinda

El camino más corto hacia la victoria es poner a los mejores en el terreno de juego. Una lección simple y sencilla que Soriano seguramente se aplique en adelante a tenor del resultado.  

Por una vez, y obligado en buena parte por la plaga de lesiones en la medular, el técnico maño optó por sembrar el césped de jugones y el plan no pudo funcionar mejor. Con las habituales lagunas en el rendimiento durante los 90 minutos, pero mejor al fin y al cabo.

 

Los seguidores que al acomodarse en sus asientos escuchaban por megafonía que Pozo estaba entre los titulares no terminaban de salir de su asombro. El malagueño volvía al once y lo hizo por la puerta grande, peleando un balón que todos habían dado por perdido a la altura del córner para sacar un centro envenenado al corazón del área que, tras ser peinado por Joaquín, era remachado a la red Antonio Puertas en el segundo palo. 

 

Corría el minuto 27 y el Almería lograba abrir la lata de un Nástic que, atenazado por los miedos y su situación clasificatoria, salió en el Mediterráneo con defensa de cinco fortalecida con dos mediocentros defensivos, un auténtico frontón que le impidió asomarse por el área rojiblanca con atisbo de peligro en todo el primer tiempo.

 

A esas alturas de partido ya habían ocurrido unas cuantas cosas más. Para empezar, la abrumadora posesión local, apoyada en jugadores como Corona, Pozo, Puertas o Fidel, todos ellos magistralmente equilibrados por un Joaquín que, literalmente, estuvo en todas partes para tapar agujeros y tampoco se cortó en merodear el área del Nástic. El almeriense crece a pasos agigantados.

 

El control del juego del primer tramo casi se va al traste a raíz de una acción fortuita que acabó con Corona solicitando el cambio por una lesión de cierta entidad en la rodilla que el talaverano se provocó tras cometer falta sobre un adversario. El tiempo que tardó en ser retirado del campo provocó que los dos equipos arrancasen un nuevo partido y el Almería perdió el buen ritmo que había conseguido imponer hasta que Pozo despertó a todos del letargo con su acción de fe.

 

Al Nástic, empequeñecido con el dibujo 1-5-4-1 dispuesto por Vicente Moreno, no le quedaba otra que reaccionar tras el descanso y el técnico catalán lo intentó retirando a un defensa, pero el plan se le vino al traste cuando al poco de la reanudación Gerard era expulsado al ver la segunda amarilla, con bronca incuida de su técnico.

 

Incomprensiblemente, ante un adversario en inferioridad el Almería jugó su peor fútbol de la tarde, torpe y embarullado, sin la solidaridad mostrada hasta ese punto. Fue como si los locales lo viesen todo hecho y levantasen el pie del acelerador, algo que casi les cuesta caro porque el Nástic se vino arriba.

 

Primero con un disparo con rosca de Tejera desde la frontal que se marchó rozando el poste de Casto y luego en un córner cabeceado hacia atrás por Emaná que no encontró la red por muy poco. En mitad de esa aparente reacción visitante Soriano tuvo la ocurrencia de sustituir a Pozo por Juanjo y la afición le regaló una sonora pitada.

De la posible acción del empate se pasó al 2-0 sin solución de continuidad gracias a una jugada individual de un inspirado Puertas. El de Benahadux recibió pegado a la banda y fue introduciéndose en el área burlando la vigilancia de su marcador hasta sacarse un zurdazo raso y ajustado al palo, lejos del alcance de Dimitrievski.

 

El partido se encaminaba por fin a un escenario más cómodo, algo que quedó refrendado al caer lesionado Madinda y no poder su técnico hacer más sustituciones al haberlas agotado ya, con lo que técnicamente el Nástic estuvo con nueve a falta de 20 minutos.

 

El panorama pintaba para goleada unionista, pero los de Soriano volvieron a cortocircuitarse durante unos minutos, incapaces de mantener una regularidad durante todo el encuentro. José Ángel fue el encargado de sacar del sopor la contienda con un zurdazo que requirió de una gran estirada de Dimitrievski y una falta directa que el meta macedonio sacó de la escuadra.

 

Hasta la prolongación no llegaría la puntilla fusilando Quique al portero tras recibir una asistencia de Ximo con un Nástic ya de brazos caídos. Está por ver si en Zaragoza se confirma la mejoría o se vuelve a las andadas.

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