BALONMANO l Liga SabadellAtlántico ASOBAL

El Keymare no se levanta del suelo

  • Perdió el primero de los partidos en los que debía sumar si quiere luchar por la permanencia · El Teucro, sin hacer mucho más, se escapó en la segunda mitad con Sayad y Curuvija como puntales

El Keymare Almería tampoco pudo sumar frente al Teucro y perdió el primero de los partidos en los que debía hacerlo si quiere luchar por la permanencia en la Liga SabadellAtlántico ASOBAL. Como en los encuentros anteriores, el equipo almeriense no estuvo del todo mal en la primera mitad, pero terminó de hundirse en los segundos treinta minutos. Pero eso, frente a un Barça o un Ciudad Real, se acepta. Pero no aguantar a un Teucro que tampoco es que hiciera mucho más...

Al menos, el Keymare ya sabe lo que es ponerse por delante en el marcador en esta ASOBAL. Lo hizo por primera vez en la temporada por medio de José Cohelo y con el 1-0. Lo que falta es ponerse por delante en el minuto 60 de partido. Y para eso, a este Keymare, aunque por ganas en sus jugadores no es, le falta mucho.

Y eso que a los almerienses parecían ponérsele bien las cosas cuando, apenas transcurridos nueve minutos de partido, el Teucro perdía a uno de sus principales artilleros, Bozidar Markicevic, por tarjeta roja directa al impactar un penalti en el rostro de Héctor Tomás. Los colegiados interpretaron que había sido intencionado, por lo que no dudaron en enseñarle al siete del equipo pontevedrés el camino de las duchas. Pese a todo, el Keymare no terminaba de tomarle el pulso al encuentro (4-5, m. 13).

El partido empezó a complicarse cuando las exclusiones, inicialmente del lado visitante, le fueron cayendo a los naranjas y el Teucro añadió a eso una mixta sobre Sasha Tioumentsev y el acierto de Marko Curuvija (6-10, m. 19). La historia de Markicevic casi se repitió, en un nuevo penalti, lanzado ahora por Curuvija, y en el que Héctor Tomás volvió a llevarse un balonazo en la cara, parando también el rechace. Esta vez no hubo roja, porque tampoco era para tanto, como igual tampoco lo había sido la anterior que sí acabó con la expulsión.

El Keymare tuvo un momento de reacción, jugando ahora en inferioridad numérica, aunque el francés Seufyann Sayad, empeñado en darle la tarde a su ex-equipo, volvió a colocar a los gallegos con una buena renta antes del descanso, al que el Keymare llegó con una desventaja de cuatro goles.

La segunda mitad comenzó con más problemas para los de Borrego. Rafa Dasilva, por partida doble, amplió la diferencia del Teucro, que más que diferencia empezaba a ser ya una sangría.

El Keymare parecía descomponerse a medida que transcurrían los minutos, máxime después de ver, otra vez, como Tioumentsev tenía que perderse algunos minutos tras recibir otro golpe. El central ruso sale a viaje por partido y el equipo almeriense nota demasiado los instantes en los que no está en la cancha.

Sayad y Curuvija terminaron de matar al Keymare, que se estrellaba una y otra vez en Radivoje Ristanovic. El partido se había roto definitivamente, a los naranjas no les quedaban más fuerzas para intentar una nueva reacción y, lo que es peor, la imagen que reflejaban era de impotencia. Los almerienses no podían, no sabían, y tal como están las cosas, mucho tendría que cambiar para luchar por salvarse.

Con un correcalles por partido, el Teucro acabó incluso recreándose, como, por ejemplo, con un sensacional gol de Dani Benaches desde el pivote. El equipo de Borrego no pudo hacer mucho más y perdió la primera de sus finales.

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