Un palo. El Keymare Almería tenía ayer una oportunidad importante para dar un pasito hacia la permanencia en la ASOBAL y no pudo sumar los dos puntos frente a un rival directo, el Alcobendas, que a la vez que ganó su primer partido de la temporada, manda a los almerienses a la última posición de la categoría. El pasito no fue hacia la salvación, sino hacia atrás. Y para un equipo como el almeriense, eso puede ser definitivo a final de temporada.

Fue un palo porque el Keymare tuvo opciones de llevarse la victoria. Pero precisamente contra esa parte de la portería se estrelló una y otra vez cuando más falta le hacía ver puerta. Los postes son también parte del juego, y esta vez fueron malditos para los de Gregorio Borrego. Xavi Bertos y Eloy Félez, sobre todo el primero, los que menos fortuna tuvieron con la madera.

En verdad el Keymare siempre fue por detrás en el marcador. Solo disfrutó de algunas rentas al comienzo de la segunda mitad, cuando parecía que iba a romper el encuentro.

El Keymare fue a remolque en los primeros treinta minutos, pero sin perder de vista a su rival. El portugués José Cohelo, con cuatro goles de los primeros cinco de los almerienses, daba vida a los naranja en el tramo inicial. Los de Borrego basaban su ataque en lanzamientos de fuera y penalties sacados a sus defensores. El Alcobendas intentaba despegarse, pero el Keymare resistía con algunos goles de bella factura, como los dos que hizo Ismael Safiani, uno de ellos por el extremo izquierdo superando por alto al meta visitante y otro desde el otro extremo, a mano cambiada. Pero eso no le bastaba al Keymare, que seguía por detrás. El final de la primera mitad se hizo eterno, después de que Rade Mijatovic, al ser sustituido, derramara agua sobre el parquet, que tardó tiempo en secarse. Ni con la mopa se podía.

Esta interrupción permitió a los almerienses recuperarse y volver a igualar el encuentro, pero una jugada trenzada del Alcobendas en el último ataque, que finalizó magistralmente Samuel Trives tras un fly servido por Ángel Castaño, mantuvo a los madrileños con ventaja al descanso (12-13).

Tras el intermedio, el Keymare tuvo sus mejores momentos sobre la pista, culminados con un gol de Adrián Crowley, el primero de su cuenta, que ponía por delante a los de Borrego (16-15, minuto 36). Félez la puso en dos.

Pero cuando más falta hacían los goles, los postes lo impidieron. Ni Bertos, ni Félez, ni Cohelo... el Alcobendas se puso arriba, impuso su ritmo, el partido entró en el juego que más les convenía a los madrileños, hubo alguna interrupción más y alguna bronca en la mesa, y el Keymare, pese a sus contínuos intentos, rebajando a uno, no pudo volver a igualar. Crowley, en el último minuto y medio, mandó un penalti al palo que hubiera supuesto el empate. También los colegiados anularon un gol a Cohelo. Y, así, Alfonso de la Rubia sentenció en los últimos segundos el triunfo visitante. Y, aunque queda mucha liga aún, puede también que el futuro del Keymare.