Keymare Almería y BM Ciudad Real disputaron ayer el duelo más desigual que se puede vivir hoy día en la liga ASOBAL. El colista, un equipo hecho a base de retales, con jugadores muy jóvenes y pocos recursos económicos, llegaba a este partido después de ofrecer una buena imagen en el Palau Blaugrana frente al Barça, pero mermado por la lesión de su capitán Alex Criado. Enfrente estaría el Ciudad Real, una constelación de estrellas que se permite el lujo de dejar a campeones del mundo fuera de la convocatoria y que tenía la buena noticia del feliz regreso del pivote hispano-cubano Rolando Uríos, tras una lesión.

Así las cosas, nadie podía apostar por otro resultado que no fuera un claro triunfo visitante, como así fue, aunque el ímpetu y las ganas del Keymare Almería hicieron que al menos se viera una primera parte entretenida. Tras unos primeros minutos de tanteo e igualdad, en los que incluso el equipo naranja llegaba a dominar en el marcador, el Ciudad Real pondría tierra de por medio llegando a tener una ventaja de seis tantos en el minuto 21 (7 a 13).

Sin embargo, el conjunto manchego 'se fue' del partido y permitió que los almerienses acortaran distancias al descanso, y pudieron haberse acercado más si cuatro lanzamientos del ataque naranja no se hubieran estrellado en los palos. De cualquier forma, el equipo que dirige Gregorio Borrego, con Eloy Félez jugando de extremo, conseguiría marcharse al descanso sólo con 3 goles de desventaja (10-13), ya que el conjunto visitante, sorprendentemente, se tiró casi 9 minutos sin hacer goles.

La historia cambiaría radicalmente a la vuelta de vestuarios. Prácticamente desde el primer momento del segundo período el líder de la liga quiso dejar clara la gran diferencia existente entre ambos conjuntos. De esta forma iría logrando goles de todos los colores, con una facilidad pasmosa, ante un equipo que quería, pero no podía. De hecho, el Keymare Almería estuvo muchos minutos sin ver puerta, mientras que el cuadro de Dujshebaev cada vez se alejaba más en el marcador hasta fijar el definitivo 19 a 39 que habla a las claras de la distancia que hay hoy día entre el colista y el líder, que está a años luz del club presidido por Antonio Miras.