Constantin Galca puso fin a su carrera futbolística en la Unión Deportiva Almería tras pasar por el Real Mallorca y el Espanyol, pero no se fue de la provincia. Después de catorce años en la Liga española, el internacional rumano, uno de los centrocampistas de mayor pedigrí entre quienes han vestido la elástica rojiblanca, optó por continuar en el país que le dio acomodo deportivo y ahora reside en La Envía.

Aprovecha los fines de semana para ver fútbol y el sábado no perdió la oportunidad de presenciar la despedida de la temporada en el Mediterráneo con dos de sus ex en liza: "El partido no tuvo historia. Esperábamos los aplausos para Negredo, Bruno y Mané, pero se los han privado y el entrenador sabrá por qué. Son momentos emocionantes para los futbolistas porque han dado mucho por el Almería. Hay que darle las gracias a los tres y a toda la plantilla, así como al cuerpo técnico por salvar al equipo".

Invitado a la tertulia del lunes en el Gran Hotel, Galca ofreció su opinión acerca de la complicada papeleta que se le presenta al club ante las dudas de Hugo Sánchez para seguir al frente de la plantilla: "Es un tema delicado para el entrenador y el club porque automáticamente renovaba. Todos aspiran a entrenar a los mejores, pero el Almería está por encima de todo y él renegó antes de acabar la temporada".

Como jugador que fue cree que en el vestuario no han debido de sentar muy bien los desaires del mexicano: "A día de hoy creo que es complicado que siga tras las declaraciones que hizo. Ni siquiera salió a confirmar o negar lo de Onieva. El que tiene que aclarar las cosas es él y debía haberlo hecho cuando el equipo se salvó. Eso afecta a todo porque cuentas con una persona y, de golpe y porrazo, aparecen esas declaraciones. Si se queda, los jugadores no sabrán si confiar en él o no".

Galca posee el título de entrenador y entre sus planes figura el de sentarse en los banquillos más pronto que tarde. Estuvo a punto de hacerlo esta misma temporada como segundo de Paco Flores en el Espanyol, pero el club periquito se decantó finalmente por el argentino Mauricio Pochettino con buen ojo a tenor de los resultados.

Formando dupla con Flores o en solitario, el rumano sabe que el tren puede volver a pasar en cualquier momento y se confiesa preparado para cogerlo: "Como entrenador aspiro a todo, pero eso viene poco a poco y con trabajo. A unos les llega antes y otros tenemos que esperar más".

Tal y como está el mercado y con la crisis que asola al fútbol, su idea es aceptar alguna oportunidad razonable que proceda de Tercera División o Segunda B para ir perfilando el currículum, aunque tampoco descarta iniciarse con metas mayores. En ese caso sólo falta algún club con el atrevimiento necesario para apostar por él. Emery, Guardiola o Pochettino son el ejemplo.