Las carreras por las bandas del Estadio de los Juegos Mediterráneos no sólo cautivan a los aficionados, sino que Lillo también valora muy positivamente todo el potencial ofensivo y defensivo que Albert Crusat le aporta al Almería. Repasando sus números, se entiende porqué se convirtió en fundamental la pasada temporada su renovación con los rojiblancos.

Desde que el catalán llegara al Almería hace seis temporadas, la banda izquierda no ha tenido otro morador. Ya en Segunda fue el mejor extremo de largo el año del ascenso y en Primera, pese a que el salto de calidad y velocidad de sus marcadores es considerable, Crusat se ha convertido en uno de los jugadores más temidos por los rivales del conjunto almeriense. De hecho, Miguel Ángel Portugal, entrenador del Racing de Santander, ha trabajado específicamente para cerrar las bandas rojiblancas, las culpables de la victoria de la temporada pasada en El Sardinero por 0-2.

Para Juanma Lillo, el extremo rojiblanco es una de las piedras angulares de su equipo. Su velocidad, desmarque y trabajo defensivo son uno de los ejes sobre los que gira el juego almeriense. De hecho, como todo parece indicar, Crusat jugará en El Sardinero su décimo partido consecutivo como titular. Desde la jornada 34 del pasado campeonato ante el Espanyol, el extremo catalán siempre ha salido de inicio, ha marcado tres goles y acumula un total de 801 minutos, el que más lleva de la actual plantilla almeriense.

Esta temporada, el extremo catalán todavía no ha marcado en estas primeras seis jornadas, pero no está ansioso por ello. Este domingo a partir de las 17:00 tendrá una nueva oportunidad para hacerlo en un Sardinero en el que ya mojó el año pasado. Después de una gran contra de Piatti, el otro correcaminos rojiblanco, Crusat puso el 0-2 en el luminoso. Como ayer mismo reconocía el jugador, le gustaría repetir actuación, aunque prefiere los puntos y que sean otros compañeros los que marquen los tantos.