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Terceras en Segunda B

  • Almería B y Poli Ejido ofrecieron un pobre espectáculo en el Mediterráneo, sólo animado con ocasiones al final por el desgaste de los equipos · César prefirió tirarse a marcar el 1-0

El derbi tuvo más emoción en la grada que en el terreno de juego. Las aficiones de uno y otro equipo se dedicaron mutuos cánticos de descenso (a Tercera los celestes y a Segunda A los rojiblancos) mientras Almería B y Poli Ejido aburrían al personal sobre el césped, dando muestras de ser equipos de Tercera infiltrados en un cada vez más flojo grupo IV de Segunda B que hace mucho tiempo dejó de ser lo temible que era.

Con ritmo anodino se desarrolló casi todo el primer período, que únicamente salió del hastío en acciones puntuales como el balón que el central Manzano le sacó in extremis a Prieto cuando el ayer ariete local se disponía a enfilar al meta Juanjo.

Rebasado el cuarto de hora la respuesta del Poli estuvo en las botas de Moreno en un rebote afortunado a centro de Arkaitz que casi soprende a Diego García y terminó marchándose fuera junto al palo. Sin mucho que ver en cuanto a creación, fue interesante el pique mantenido por Javi Moyano y Javilillo en su banda, casi siempre ganado por el joven jugador celeste por descaro, habilidad y desborde.

Con todo, la ocasión más clara del primer acto la tuvo César, que recibió un pase en profundidad de Jesús Rubio (el mejor intérprete del fútbol ayer sobre el campo) y al encarar en solitario al meta Juanjo y superarlo haciéndose un autopase optó por tirarse a la piscina para cobrar la expulsión del arquero en lugar de mandar el balón al fondo de la red.

El colegiado Villena Contreras no mordió el anzuelo y a César se le quedó cara de circunstancias al tirar por la borda la opción de marcharse al descanso en ventaja. Los romos acercamientos del Poli se redujeron a una falta de Katxorro ajustada a la escuadra que salió por poco, mientras un despiste en el despeje de Juanjo casi le cuesta caro a los ejidenses.

La cosa no se animó mucho al regreso de vestuarios, al menos no hasta que el cansancio hizo mella en ambos equipos y los jugadores de refresco pudieron llegar con mayor clarividencia e idéntica ineficacia rematadora al área rival.

Con Cristóbal ya en el campo, el malagueño sirvió una asistencia al hueco para que César, que briega pero no tiene el gol en su código genético, cruzase en exceso ante la desesperada salida de Juanjo para tapar ángulo.

Viendo que Moreno no está en su mejor tono físico, el Poli siguió intentándolo a balón parado y Katxorro volvió a buscar las telarañas de la escuadra de Diego García sin suerte. Más cerca del 0-1 estuvo Javilillo con un gran recorte en el área y posterior disparo en posición franca que se marchó a las nubes.

La acometida final rojiblanca se produjo cuando apenas le restaban cinco minutos al crono. El recién ingresado Juanma se topó con el palo y poco después vio cómo Juanjo desbarataba con los pies en una parada propia de los porteros de balonmano otra clara ocasión de gol. El meta celeste se erigiría en el protagonista del duelo cuando en el descuento le sacó otro balón a César, que anoche debió tener pesadillas.

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