El ambiente en el propio vestuario denota que ya no hay esperanza. Como en toda plantilla, en el Almería hay tres grupos de jugadores: los que salen corriendo y sin pararse a hacer declaraciones a los medios, los que las hacen a regañadientes y los que, por amabilidad y porque respetan el trabajo de los demás, siempre dan la cara. Hernán Bernardello pertenece de manera indiscutible a esta última facción. El argentino nunca ha tenido ningún reparo en contestar a todo tipo de preguntas y siempre ha gastado alguna broma.

Sin embargo, aunque ayer se prestó a hablar, su gesto no es el de otros días. Sabe que la derrota ante el Zaragoza marcó el fin de la etapa y la sonrisa se ha cambiado por un gesto serio, síntoma de que no hay esperanza ni nadie confía en obrar el milagro. "A nadie le gusta pasar por esto, es un momento muy difícil. Esto es un juego y nos toca estar ahí. Somo nosotros los que nos hemos metido en la última posición de la tabla, pero tenemos que levantar la cabeza. No debemos tener vergüenza porque no hemos hecho nada malo, pero es verdad que no nos han salido las cosas. Estamos tranquilos porque lo hemos dado todo y como matemáticamente todavía es posible, vamos a seguir", dijo por cumplir con el guión establecido, pero en el que nadie cree.

Bernadello reconoce que lleva tiempo "jodido". Su implicación ha quedado demostrada en las dos temporadas en las que ha defendido la camiseta del Almería y ahora está viviendo sus peores momentos. "El convivir con esta situación es muy feo porque te complica todo lo que haces. Llevo varios días que no puedo dormir, porque no paro de darle vueltas a la cabeza", afirma con sinceridad antes de decir que no van a arrojar la toalla y que espera sumar los tres puntos ante el Sevilla para dedicárselos a la grada: "Vamos a salir a ganar por nosotros y por todos los aficionados que nos han seguido esta temporada".

Preguntado por si espera un gesto del presidente ahora que ya es misión imposible, el argentino asegura que Alfonso García siempre les ha transmitido sus ánimos: "Ha bajado al vestuario, ha ido a los hoteles. La tranquilidad del presidente y de la gente que rodea al club siempre ha sido buena. Uno no sabe lo que pasará cuando termine el campeonato, por lo que quiero disfrutar al máximo", indica el centrocampista que no se postula sobre su futuro: "No sé lo que va a pasar. Tengo contrato y eso lo dice todo. Si surgiera algo más adelante, yo no soy quien lo decido. Estoy ajeno a esto y casi ni me fijo. Muchos serán los jugadores que se queden en este equipo y otros se irán. Por eso tenemos que disfrutar al máximo y salir a ganar lo que queda".