La economía andaluza no se recupera y los expertos mantienen que volverá a caer este año hasta el -1,6%, una décima más que la media española. Granada y Málaga serán los motores, pero dentro de una tendencia negativa de la que ninguna provincia parece poder escapar sea cual sea su sector productivo predominante. Así se señala en el último informe elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, un grupo de estudios dependiente de Unicaja, que fue presentado ayer.

La economía regional, valga el símil, ha tocado el fondo de la piscina y ahora está caminando sobre el suelo, de forma que no hay indicios que apunten a que vaya a sacar la cabeza del agua, al menos, en el corto plazo. "Salir de ese fondo dependerá de las políticas que se tomen y, si bien se están tomando medidas, no hemos visto grandes paquetes", explicó Felisa Becerra, coordinadora del estudio, quien exigió que se desarrolle alguna acción para reactivar el crecimiento a través de la creación de empleo. "Esa es la prioridad porque el consumo de los hogares no puede crecer si no hay empleo y sigue cayendo la renta disponible", añadió.

No hay un solo indicador positivo en las previsiones de Analistas para el presente año y así es muy difícil crear confianza. Estiman que el consumo de los hogares sufrirá el mayor descenso desde 2009 y el de las administraciones públicas y otros entes experimentará la mayor bajada de los últimos cinco años, hasta el -3,9%. Si los ciudadanos y los organismos gastan menos, eso repercute de forma negativa en todos los sectores, siendo los más castigados la construcción -apenas hay obra pública y el visado de viviendas está bajo mínimos- y la industria. Analistas ha mejorado en nueve décimas las expectativas para la agricultura en este último informe, aunque prevé que caiga un -1,9%, mientras que el sector servicios, empujado por el turismo, será el menos afectado por la crisis. Estos expertos consideran que descenderá un -0,5%, si bien podría haber un mejor final de año si Andalucía logra captar turistas que tuvieran pensado viajar a Egipto o Turquía.

Las previsiones marcan una determinada hoja de ruta, pero no tienen por qué coincidir con la realidad. De hecho, en el primer trimestre del año la economía andaluza disminuyó, en término interanual, un -2,6% y sólo Málaga logró subir del -2%. Becerra hizo hincapié en que ese brusco descenso fue ocasionado por la contracción de la demanda interna y la situación no fue peor gracias a que las exportaciones aumentaron un 4,5% entre enero y marzo y las importaciones mermaron un -3,1%. Del mercado laboral casi es mejor no hablar, pues sigue disparado y no parece que vaya a mejorar. Analistas estima que Andalucía cerrará el año con una tasa de paro del 36,9%, diez puntos por encima de la media nacional.

Para revertir esta situación los expertos subrayan que hay que hacer los deberes en casa y confiar en que el exterior haya cierta tranquilidad pues, por ejemplo, la posible retirada de estímulos económicos en Estados Unidos, el llamado tapering, está lastrando al resto de las economías mundiales. En cualquier caso, "antes de crecer tenemos que frenar los descensos de los indicadores", afirmó Becerra, y consideró clave potenciar la demanda. Francisco García, director de Analistas, abogó por rebajar la cotización en la contratación de empleados durante un determinado periodo, bajar algunos impuestos "siempre que se compensen con otros porque no se puede romper el equilibrio", o luchar más contra la economía sumergida ya que si afloraran todos esos millones ocultos al fisco "se aliviaría mucho la economía". Abogan por acabar con la incertidumbre, "que es el peor de los enemigos", pero, a día de hoy, parece una quimera.