Todas las conferencias y actividades del Mobile World Congress tienen un nombre. Algunas versan sobre el internet de las cosas, otras sobre las finanzas del mundo digital, otras sobre el 5G, etc. Excepto una: la Mark Zuckerberg. No tenía ninguna denominación, a no ser que se considere como tal el nombre del fundador de Facebook. Venía a Barcelona por tercer año consecutivo, con un formato aparentemente dinámico: una periodista, Jessi Hempel, de la revista Wire, le realiza una entrevista en directo ante el auditorio, a un hombre que apenas concede ninguna. Salvo alguna pregunta atrevida, fue un marco ideal para que contara su libro, e incluso así en algunos momentos se le vio incómodo.

Quizás lo más novedoso de ese libro es que anticipa cuál va a ser la próxima revolución en las redes sociales: la del vídeo. Predijo que ese tipo de escenas a modo de película de nuestras vidas serán la próxima tendencia, como si todos fuéramos directores. ¿Por qué? Tendremos la posibilidad, por ejemplo, de colgar y compartir vídeos en streaming, con lo que nos convertiremos en cámaras de televisión caseros para amigos y familiares. Se puso como ejemplo: grabará los primeros pasos de su hija en un vídeo de 360 grados. El uso de este tipo de formatos de realidad virtual, que graban tanto lo que tenemos delante como detrás y a los lados, hará más real la transmisión de la experiencia. "El vídeo crecerá, las experiencias serán cada vez más inmersivas", afirmó.

La parte central de su intervención versó sobre internet.org, la plataforma creada por él mismo para llevar la Red a todos los puntos del planeta. Como recordó, todavía hay 4.000 millones de personas que no tienen acceso. Y anunció que usará satélites en África para conseguir su objetivo y para las zonas rurales drones activados con energía solar que se desplegarán a modo de red. Zuckerberg se rebeló contra la idea de que busque con este proyecto su propio beneficio. Aunque admitió que su negocio mejora con más usuarios, también reivindicó que las empresas puedan tener más objetivos que el mero beneficio económico. De momento, ya cuenta con un pequeño fracaso. Las restricciones regulatorias le han impedido llevar adelante su proyecto en India. Para Zuckerberg, la industria está demasiado centrada en el desarrollo de las redes 5G y a su juicio no debe ser sólo así. "No pueden quedarse en una mejor conexión del mundo desarrollado", sentenció.