Tribuna Económica

rogelio / velasco

Convergencia de telecomunicaciones y medios

AT&T es la mayor compañía de telecomunicaciones de EEUU. La adquisición de Time Warner, propietaria de los estudios Warner, HBO y Turner-CNN, le va a permitir contar con los derechos de miles de películas y series de TV.

AT&T es la mayor compañía de telecomunicaciones de EEUU. La adquisición de Time Warner, propietaria de los estudios Warner, HBO y Turner-CNN, le va a permitir contar con los derechos de miles de películas y series de TV.

AT&T cuenta con una desastrosa historia de adquisiciones. En 1991 adquirió NCR, pensando que la convergencia entre telecomunicaciones e informática, le otorgaría una ventaja frente a sus competidores. Fue vendida posteriormente por los pobres resultados.

Para conseguir un acceso rápido a los hogares y poder ofrecer contenidos e internet, adquirió, años más tarde, la cablera TCI por 64.000 millones de dólares y otra cablera, MediaOne por 54.000 millones. Todas estas cifras astronómicas han demostrado ser, con el paso del tiempo, inversiones catastróficas que han destruido un enorme valor de los accionistas.

La anunciada adquisición de Time Warner por AT&T, por un importe de 85.000 millones de dólares, es una de las mayores transacciones de la historia. La narrativa ahora es intentar una integración vertical. Desde la producción de contenidos hasta la distribución de los mismos a todos los hogares, ya sea por la línea telefónica, cable, satélite o la red móvil. De esta forma, una misma empresa controla todo el proceso de producción y distribución de contenidos.

Esta estrategia, está impulsada por los márgenes cada vez más pequeños que las operadoras de telecomunicaciones obtienen de sus servicios de voz y datos. Los primeros aportan muy poco por las guerras de tarifas permanentes que mantienen las empresas competidoras. Las tarifas planas aportan mucho menos que las antiguas tarifas por tiempo. Tampoco la provisión de banda ancha muestra márgenes muy elevados. Por un lado, por las enormes inversiones que se han llevado a cabo en fibra óptica hasta los hogares. Y por otro, porque los reguladores del sector de telecomunicaciones, han obligado a las empresas propietarias de la red a abrirlas a nuevas empresas de telecomunicaciones e internet.

Sin embargo, la competencia es mucho menor y los beneficios mucho mayores entre las grandes productoras de contenidos. Es ahí en donde AT&T espera elevar sus márgenes y beneficios. Sin embargo, la TV de pago en EEUU está sufriendo una pérdida de abonados porque éstos ven los contenidos por internet. Los nuevos televisores tienen acceso a internet y el contenido es gratuito o puede verse a la hora que se desee, lo que no ocurre con la TV de pago convencional.

A los usuarios les da igual con que compañía contratar los servicios de voz e internet. Sólo les importa el precio. Sin embargo, si les importa que película o serie de TV ven. Como sólo hay 5 grandes estudios de Hollywood (Warner entre ellos), éstos ejercen un poder de oligopolio que eleva enormemente los precios. Por mi experiencia negociando con los estudios en Los Ángeles, éstos tienen la actitud de un comprador, en lugar de un vendedor, de productos.

La integración de telecomunicaciones y contenidos ya la intentó Telefónica hace 15 años. Los resultados han sido mediocres y el choque cultural entre el personal de medios y el de telecomunicaciones, enorme. Está por ver que AT&T consiga una buena integración entre empresas con culturas radicalmente distintas.

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