La agricultura almeriense y la repercusión de la liberalización comercial que supondrá una nueva vuelta de tuerca al Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos, cuyo texto se votará a finales de febrero o principios de marzo, continúan en el candelero un día más. Tras la cumbre del presidente del PP en Andalucía con el máximo mandatario murciano en Almería, promovida por los exportadores nacionales (Fepex), en los que está integrada la almeriense Coexphal, el miércoles se reunían por primera vez el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y la consejera del ramo en Andalucía, Clara Aguilera, en Madrid, para analizar la situación del sector.

Tras el encuentro, la comunicación oficial de ambas partes se centró en Marruecos, eso sí, la del Ministerio, en el acuerdo pesquero, mientras que la procedente de Sevilla también dedicó buena parte al perjuicio de esa posible ratificación del acuerdo.

Quien sí lo ha hecho ha sido el parlamentario andaluz del PP de Almería José Cara, que pidió ayer a Aguilera que en lugar de preocuparse por la tarea que está llevando a cabo el nuevo Ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, quien "por supuesto va a defender los intereses de nuestro campo en Bruselas, dedique todo su tiempo y esfuerzos a convencer a los europarlamentarios socialistas para que voten en contra del Acuerdo UE-Marruecos, ya que la posición del Partido Popular siempre ha sido clara y así lo volvió a ratificar el presidente del PP-A, Javier Arenas, el pasado lunes en su visita a la provincia de Almería".

Polémicas aparte, la situación para el agricultor almeriense ha cambiado. Las organizaciones agrarias ya sabían la postura oficial del PSOE en el Europarlamento desde hace meses, cuyo voto mayoritario será a favor del pacto con Marruecos. También que el PP estaba en contra. Sin embargo, el cambio político en Madrid puede ser clave para que el Partido Popular pueda ejercer de lobby ante sus compañeros de partido en la UE, como recordaba esta semana el secretario provincial de Coag en Almería, Andrés Góngora, para recabar los 'no' suficientes para bloquear la aprobación del acuerdo, al margen de que la postura oficial de Cañete tenga que ser más diplomática y, por tanto, más ambigua. La labor de lobby debe ser de otros.