No todo son malas noticias en los periódicos y, más aún, en las páginas económicas, con la que está cayendo. De vez en cuando surge un rayo de esperanza que ha de servir de luz para guiar a otros emprendedores hacia el camino que han de tomar para recuperar la senda que hace años se perdió. Este ejemplo modélico lo pone Entomotech, una empresa con sede en la capital almeriense, en la Calle Cámaras y que es la primera que ve la luz en España de sus características. Especializada en ofrecer servicios de consultoría y productos relacionados con la entomología y la biotecnología, con multitud de aplicaciones, su objetivo radica en proveer de herramientas tecnológicas a empresas de una gran variedad de sectores (en función de las diferentes aplicaciones).

Sus promotores son tres jóvenes valientes, el almeriense Juan Cortés Ortiz, de 33 años; el malagueño Alejandro Torres Ruiz, de 35 años; y el sevillano Enrique Serrano, también de 35.

Estos tres emprendedores se han liado la manta a la cabeza y con un capital social de 3.300 euros han puesto en marcha Entomotech, la primera empresa de estas características en España y, según sus impulsores, es posible que de Europa, pues, al menos, ellos no tienen conocimiento de ninguna, al contrario que en Estados Unidos, donde la aplicación de esta ciencia está implantada desde hace tiempo.

La compañía se fundó hace pocas semanas y está a punto de estrenar su web, www.entomotech.es. Gracias a la colaboración del reconocido profesor de la UAL Tomás Cabello, están inmersos en el desarrollo de proyectos para la captación de clientes. Ya han contactado con empresas de Turquía y Canadá, aunque reconocen que la mayor parte de su clientela potencial inicial partirá del arco mediterráneo.

Sus aplicaciones, casi infinitas: biomedicina (larvaterapia), farmacéutica (proteínas recombinantes y antibióticos), alimentación, cosmética y energía, entre otras.