Finanzas

EEUU suaviza los requisitos legales para importar tomate y abre la vía a Almería

  • La provincia no ha enviado un solo kilo de tomate durante 2010, 2011 y 2012 al país norteamericano, que endureció los protocolos para protegerse ante la propagación de Tuta absoluta por el arco mediterráneo

Durante los doce meses del ejercicio 2009, Almería rozó los 400 millones de kilos de tomate exportados, operaciones que, en su mayoría, se concentraron en Alemania, Francia y Países Bajos, por parte de la zona euro, seguidas de Reino Unido, Polonia, y Suecia para la zona europea al margen de la UE. Ese mismo año fue el último que la provincia comercializó tomate a Estados Unidos, y lo hizo por una cifra de 221.600 kilos, muy baja si se tiene en cuenta el potencial de este mercado, aunque todo un logro si se tiene en cuenta los duros requisitos que impone tradicionalmente 'el tío Sam' para las importaciones de productos agroalimentarios.

Pero lo peor llegó a partir de ese año, pues desde entonces, las exportaciones de tomate almeriense a Estados Unidos permanecen con el casillero en blanco por culpa, principalmente, de la proliferación de la Tuta absoluta en los países del arco mediterráneo, lo que ha motivado que las autoridades estadounidenses competentes pusieran el listón más alto para salvaguardar sus cultivos de esta plaga en auge por todo el mundo.

Sin embargo, el pasado 1 de agosto, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha hecho público un documento al que ha tenido acceso Diario de Almería, que recoge cambios sustanciales en los requisitos de entrada de tomate "procedentes de países infestados con el minador del tomate" y que abren la vía a que Almería pueda recuperar las ventas de este producto en el país norteamericano.

Así lo explica Jan van der Blom, responsable del Departamento de Control de Plagas de Coexphal: "Es importante resaltar que el tono de la normativa ha cambiado desde un rotundo 'no' a las exportaciones de todas las zonas donde hay Tuta a un 'sí' cuando se cumplen ciertos requisitos de vigilancia y seguridad".

El documento recoge la necesidad de retirar las partes verdes para disminuir el riesgo, "con un certificado fitosanitario que lleva la declaración adicional" de que el tomate se ha producido con un enfoque aprobado por la APHIS (Servicio de Inspección Sanitaria Animal y Vegetal) de EEUU, además de haber sido "inspeccionados visualmente" para ver que se encuentran "libres de Tuta absoluta".

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