Finanzas

Bodegas Calar se renueva y lanza sus tintos Cándalo, Ábrego y Río Mundo

  • Cultiva cien hectáreas bajo la supervisión de un prestigioso enólogo de la Ribera del Duero

"Queremos seguir elaborando un vino selecto". Esta es una de las principales filosofías de Bodegas Calar, tal como recalca su gerente, Sagrario Moreno, que asegura que su capacidad de 80.000 botellas le otorga el volumen óptimo para continuar siendo un proyecto familiar, que pueda llevarse a cabo bajo su supervisión de los procesos, garantizando de esta forma el control de cada etapa dentro del día a día de su viñedo.

La iniciativa toma ahora nuevo impulso, después de ver la luz en 2005, de la mano de su fundador, el empresario manchego afincado en Almería Juan José Moreno Alarcón, fallecido en agosto de 2011, que puso en marcha esta bodega para dar forma a su pasión por los vinos. Hoy es su hija Sagrario la que ha tomado el testigo y, con el mismo tesón y el gusto por las cosas bien hechas, heredado de su padre, ha lanzado al mercado tres tintos, fruto de dos arduos años de trabajo que les ha llevado a contar con la colaboración del prestigioso enólogo de la Ribera del Duero José Carlos García Vega.

Sus vinos son Cándalo, su principal novedad, al tratarse de un tinto joven que se comercializa sin ir a barrica, con una cosecha de 8.500 botellas; Ábrego, que permanece ocho meses de crianza en barrica, con una tirada inicial de 17.000 botellas; y Calar del Río Mundo, que está un año en barrica nueva y que ha obtenido 8.000 botellas en el primer cultivo desarrollado.

El viñedo se cultiva en la Finca Montachuelos, ubicada en el término municipal de Granátula de Calatrava, a orillas del río Jabalón, en pleno Campo de Calatrava, en el corazón de la provincia de Ciudad Real. Enclavado en una parcela de 900 hectáreas, el viñedo cuenta con un centenar de hectáreas que rodean las instalaciones de la bodega, con la más moderna tecnología por dentro, para la elaboración, pero sin perder un ápice del aire histórico de los cortijos manchegos, precisamente, construida sobre un viejo caserón a escasos kilómetros de los orígenes, nada menos, de Miguel Cervantes de Saavedra.

Montanchuelos está situado en una comarca que se extiende entre los Montes de Toledo y Sierra Morena. Con una altitud media de 650 metros sobre el nivel del mar, el clima de esta región es continental, con inviernos fríos y veranos calurosos, una oscilación térmica muy acusada entre el día y la noche en cualquier estación y un régimen pluviométrico medio de 400 milímetros cúbicos anuales.

La finca se extiende por el valle del río Jabalón, que es el centro de la zona volcánica de la comarca de Calatrava: el vulcanismo reciente se refleja claramente en el relieve en forma de volcanes extinguidos, mares, coladas o hervideros, y ha contribuido a la composición peculiar de sus suelos, una característica que se traslada a sus vinos y los dota de un gran cuerpo.

En las primeras estribaciones de Sierra Morena se encuentran las laderas donde se ubican gran parte de los viñedos de la bodega. Estos cerros datan de la Edad Primaria, formados por cuarcitas y pizarras, mientras que el valle fluvial es el resultado de la acumulación de gravas y arenas silíceas con una importante capa caliza.

En este entorno natural crecen las 100 hectáreas de Cencibel, el Tempranillo característico de La Mancha, la variedad que mejor se adapta a este suelo.

Con los pies en el suelo y sin querer perder la perspectiva de bodega familiar cuyo sello está impreso desde su fundación, Sagrario Moreno afirma que el objetivo de Bodegas Calar pasa por crecer un 20% anual en cuanto a producción y cifra de ventas, hasta alcanzar el techo de la capacidad de la bodega, situado en 80.000 botellas.

Para ello, ya están comercializando su vino fuera de las fronteras españolas, así como negociando con distribuidores. Moreno destaca las buenas críticas que los vinos están consiguiendo en alguno de los más importantes foros de este ámbito, tales como Verema.com, que están reconociendo su buena labor.

Los precios de venta al público de los vinos de Bodegas Calar van desde los 5,5 euros hasta los 17 euros, lo que sitúan a la empresa en una buena posición para acercarse al consumidor habitual y también para darse a conocer entre los más selectos catadores.

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