Finanzas

Cajamar y Albaida investigan obtener bioetanol de chumbos

  • Con 20 toneladas por hectárea al año se pueden producir mil litros de etanol · El proyecto también incluye la transformación del tabaco arbóreo en biocarburante

La carestía del petróleo y el respeto al medio ambiente implican la aceleración de la investigación en la búsqueda de energías alternativas con precios competitivos. En esta línea, la Fundación Cajamar y Albaida Recursos Naturales y Medioambiente participan desde hace un año en la actividad Cultivos energéticos para aplicación en las tecnologías actuales de producción de bioetanol, cuyo responsable es Syngenta Seeds. En concreto se trata de investigar alternativas para la producción de bioetanol en zonas semi-áridas, para lo que se ensaya el cultivo de chumbera y tabaco arbóreo en Almería.

Según explica Jesús Fernández, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, desde los 80 ya existe una pequeña plantación experimental en el Campo de Tabernas, aunque en el proyecto en sí, se lleva trabajando en torno a un año.

Tres son las circunstancias básicas que avalan la iniciativa. Por un lado, el aumento de superficie disponible, es decir, de tierras abandonadas o sin utilizar como las que están en barbecho o pastizales de las que existen en Almería unas 375.000 hectáreas; también la búsqueda de energía alternativa ante el encarecimiento del petróleo y la reducción de gases invernadero. "Esta actividad se enmarca dentro del criterio sostenibilidad, es necesario la aceptación de la sociedad y que sea económicamente viable", afirma Fernández.

Nace el concepto de agroenergética, que según aclara el catedrático, se trata de buscar especies optimizadas para producir energía. Para ello se requiere utilizar plantas óptimas que se adapten al clima y no se utilicen para la alimentación, eficiencia en el uso de agua, coste competitivo, el balance energético positivo -que no se consuma más energía en la transformación de la que se vaya a obtener- y que la naturaleza de la biomasa sea la adecuada.

El bioetanol puede obtenerse a partir de biomasa azucarada, amilácea o celulósica. En el caso de la chumbera, sus frutos son muy sacarosos y sus palas poseen bastante almidón, por lo que a priori parece una planta idónea. Además está adaptada a la supervivencia en condiciones de fuerte aridez y una alta productividad anual. En trabajos experimentales preliminares se ha comprobado que de 20 toneladas por hectárea al año se pueden obtener 1.000 litros de etanol por hectárea. El coste obtener energía a partir de la chumbera es muy inferior que si procede del cereal.

Respecto al tabaco arbóreo, conocido como gandul, posee en torno a un 30% de azúcar en sus tallos y se trata de una planta que aguanta muy bien la sequía. Por otro lado, el coste energético mayor en la obtención de energía procede de la transformación, así en la destilación para alcohol, sin embargo, la parte leñosa del árbol puede emplearse para un proceso autosostenible. Por hectárea pueden obtenerse también 1.000 litros de etanol.

Ambos cultivos pueden ser específicos para la producción de bioetanol carburante sin interferir en la producción de alimentos. Sus ventajas son por tanto medioambientales, así como económicos en cuanto al incremento del Producto Interior Bruto.

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