Después de un trabajo de más de siete años, los productores de jamones de Serón han visto reconocido su esfuerzo. La Comisión Europea ha aprobado incluir el 'Jamón de Serón' a la lista de productos que gozan de Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Así se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea, que recoge la publicación de "la denominación 'Jamón de Serón' presentada por España", cuyas características principales son un producto curado obtenido a partir de los perniles del cerdo (machos castrados y hembras) procedente de alguna de las razas o cruces de Duroc, Large White, Landrace, Blanco Belga, Pietrain y Chato Murciano, y elaborado a través de un proceso de secado-maduración natural, de forma redondeada, conservando la pata, con o sin corteza, siendo en este último caso eliminada mediante un corte con forma de 'V'. Se comercializa bajo dos categorías, jamón de categoría 'S-XVI', de siete kilos de peso mínimo, con un período de elaboración superior a 16 meses; y jamón de categoría 'S-XX', de peso mínimo ocho kilos, con un período de elaboración superior a 20 meses.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Jamones y Embutidos de Serón, Luis Segura, mostró su satisfacción por este logro y, en declaraciones a Diario de Almería, explicó que esto no es la meta, "es el principio" de mucho trabajo que queda por hacer.

"Hemos logrado algo muy importante después de más de siete años, en colaboración con la Delegación Territorial de Agricultura y las distintas instituciones que nos han echado una mano para guiarnos a nivel técnico", indica Segura, que recuerda que lograr una IGP "no es implantar un certificado de calidad como hace una empresa, esto es demostrar que lo que tú haces es de serie, aprovechando las características naturales, el microclima, la flora y la fauna del entorno y la manera tradicional de elaborar este producto, lo que le hace posible, en conjunto, que se obtenga un jamón único".

Luis Segura apunta que la obtención de la IGP para el jamón de Serón marcará "un antes y un después", pues supone un reconocimiento internacional para sus jamones blancos, uniéndose de esta forma a los jamones de Trevélez, bajo este sello protegido.

Este producto se elabora bajo un sistema artesanal que cuenta con una tradición de más de 200 años. Con una producción de entre 400 y 500 mil piezas al año, de una media de entre 7 y 8 kilos cada una, este sector arroja un volumen de facturación de entre 20 y 25 millones de euros y genera empleo directo para un centenar de familias. Las empresas pertenecientes a esta IGP son Jamones Cortijo de Canata, Jamones de Serón Checa y Jamones Segura de Serón.