El vaso medio lleno o medio vacío. Dependerá de quién lo mire. Lo cierto es que según la última Encuesta de Población Activa (EPA), difundida ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de paro en Almería (del 30,66%) ha roto en el primer trimestre del año con la tendencia ascendiente que manifiesta en los tres primeros meses desde el ejercicio de 2007, cuando registraba un 12,84% y se incrementaba en torno a cuatro puntos respecto a los años precedentes. En el conjunto autonómico, la provincia ocupa el sexto lugar con la tasa de desempleo más alta; detrás de ella se encuentran Córdoba y Huelva. Por su parte, la tasa de actividad registrada entre enero y marzo del presente año es del 61,56%, la más baja desde el principio de la crisis; concretamente en el primer trimestre del pasado ejercicio se situaba en el 64,9%, si bien es la mejor andaluza. En comparación con la recta final de 2014, la tasa de actividad ha caído en un 1,96%, mientras la de paro ha bajado un 5,04%. En números absolutos, en Almería hay 343.900 personas en edad de trabajar, de las cuales lo hacen 238.400, mientras los parados son 105.500, 21.000 menos que en el trimestre anterior.

Un dato llamativo es que siendo el número de viviendas de 261.100, hay 189.200 con personas en edad de trabajar de las que 30.100 tiene a todos sus miembros en paro, es decir, el 15,91% de los hogares no tiene ingresos laborales.

Por sectores, en los tres primeros meses del año, la cifra de ocupados se ha incrementado en la agricultura en un 5% respecto al trimestre anterior, pasando de las 39.800 personas a 41.800. Sin embargo, la industria ha sufrido un ligero descenso reduciéndose en un centenar las personas ocupadas y fijándose en 11.800. Por su parte, el sector servicios ha mejorado también las cifra de ocupados creciendo ésta un 5,2% y situándose en 174.500. Por último, la industria con 10.300 ocupados se mantiene estable.

Para el secretario General de UGT Almería, Félix López Alcaraz la clase empresarial "tiene que dejar de ver a los trabajadores como un coste y darse cuenta de que sólo con una política de personal que propicie unas condiciones de trabajo dignas logrará incrementar los niveles de competitividad de sus proyectos empresariales". Según López, la salida de la crisis "no puede dejar a nadie por el camino y, menos aún a nadie de los menos responsables: los trabajadores".