La Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía (Hortyfruta) ha alcanzado con éxito el ecuador en su campaña de control biológico 'I Love Bichos. Nuestra Revolución Verde'. Cerca de una treintena de promociones en almacenes hortofrutícolas y de suministros, así como la celebración de cuatro de sus ocho jornadas técnicas previstas han llevado el mensaje de esta iniciativa a agricultores de las zonas almerienses de Roquetas de Mar, Vícar y Dalías, y en Motril (Granada), desde sus inicios a mediados de mayo.

La última de esas ponencias y posterior debate entre técnicos y agricultores se celebró el pasado viernes 26, en el Palacio de Exposiciones de Aguadulce. Jan van der Blom, responsable del Departamento de técnicas de producción de Coexphal, fue el principal conferenciante y moderador de una charla centrada en los avances en control biológico y en el control de plagas secundarias en tomate y pepino.

La charla contaba con la subvención de la Unión Europea y la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura y Pesca, mediante el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader).

El experto Van der Blom hizo un recorrido histórico entre los principales y originarios aliados en el control biológico en Almería, los abejorros polinizadores, hasta las últimas novedades aplicadas en la actualidad relacionadas con la fauna auxiliar en control de plagas.

En su recorrido cronológico explicó el gran reto que supuso la aplicación de control biológico en los diferentes cultivos aunque a fecha de hoy se puede hablar de datos muy positivos en pepino y tomate, donde el control biológico está establecido en una 60% y 80%, respectivamente, según datos oficiales de la administración autonómica.

"El empleo de bichos nos ha posicionado dónde estamos y no podemos perder ese estatus alcanzado", recalcó van der Blom. "Sabemos que no es la única herramienta, pero es la base que hay que acompañar de otras medidas de apoyo", añadió. Entre esas medidas, mencionó la importancia de la prevención, "buenas estructuras, mallas, dobles puertas, seguimientos de los niveles poblacionales, trampeos, confusión sexual", entre otras.

Como conclusión, recordó que "el control biológico sigue trabajando para desarrollar nuevas soluciones. No nos podemos quedar solo con el Orius, el Swirskii y el Nesidiocoris. Hay más bichos a los que se debe dar una oportunidad para seguir mejorando".