Más allá de la consultoría tradicional. A principios del presente ejercicio Turania Consultores echaba a andar con una visión más global e integral. La firma dispone de un equipo de profesionales de distintos ámbitos de la gestión y alta dirección de empresas, especializados en procesos de interim manager, siendo un servicio integral de consultoría, asesoramiento y gestión a empresas y profesionales de todos los sectores y dimensiones. Concretamente, la Asociación de Interim Management de España de la que Turania es miembro, define este concepto como la incorporación de este tipo de profesionales de forma externa a una empresa para llevar a cabo una misión ejecutiva muy concreta durante un plazo de tiempo determinado y con unos objetivos previamente definidos, como la sustitución temporal de un cargo directivo, la gestión de un cambio organizativo importante, el desarrollo de nuevos negocios o nuevos mercados o la profesionalización de una startup.

Tal y como explica Francisco Iglesias, socio director de Turania, la consultora se centra en la externalización de las administraciones de empresa y en la gerencia de sus negocios. "La dramática crisis que estamos viviendo hace que las estructuras tradicionales de gestión sean inviables en estos momentos. Esto qué quiere decir, pues que pymes que en sus organigramas han funcionado con unos costes de estructura como puede ser tener un gerente, un jefe de administración, contables y administrativos no pueden soportar los mismos, hay que crear estructuras dinámicas que posibiliten esa reducción de costes para poder enfrentarse a los nuevos retos".

Otra de las tareas de Turania es el asesoramiento multidisciplinar y gestión de procesos fiscales, contables , laborales y mercantiles en el ámbito empresarial. También ofrece servicios jurídicos orientados al mundo de la empresa. Por otro lado, ayuda a las compañías a gestionar la búsqueda de financiación pública y privada para el desarrollo de sus proyectos empresariales, "para ello buscamos las distintas alternativas de financiación para cada proyecto, tanto públicas ( Enisa, CDTI, …) como privadas ( business angels, fondos de capital riesgo, family office...).

Tal y como explica Iglesias, en la coyuntura actual del país, todavía hay muchas empresas que se encuentran en una situación crítica; "en medio de este entorno difícil, creo que el asesoramiento de empresas debe de dar un salto más allá y convertirse en esa figura de rescatador de empresas, interim manager en términos formales. No solo gestionamos las tradicionales áreas financieras, legales y laborales, si no que queremos convertirnos en un área más de la empresa, un departamento externo, donde seamos capaces de generar los cambios que necesitan, observando, analizando y ejecutando".

El hecho de dar este paso al frente viene motivado al detectar que muchas empresas, sobre todo pymes, no tienen tiempo o carecen de conocimientos específicos para abordar proyectos que mantengan o mejoren su competitividad, "nos incorporamos a la empresa el tiempo necesario para llevar a cabo dicho cambio.

Turania plantea el asesoramiento empresarial, no solo como una ejecución de servicios en determinadas áreas de la empresa, sino como una monitorización permanente de la misma, "monitorizando al empresario en su trayectoria, darle criterio y nuestra opinión de todos los problemas potenciales que se van encontrando en el camino: los empresarios necesitan una persona muy preparada que dé un vuelco a su negocio, pero no pueden pagarle", dice Iglesias, quien añade que es entonces cuando su equipo de profesionales aparece. Éste está compuesto además de Iglesias por: José Antonio López, abogado de empresas; Juan Manuel Giménez, economista experto en externalización de administraciones; Vanessa Campos, abogada especializada en propiedad industrial e intelectual a nivel internacional; Rocío Rentero, coach personal y empresarial; Manuel Díaz, informático programador y diseñador de web; y Juan Francisco Bueso, graduado social, especializado en recursos humanos.

El socio fundador de Turania defiende que este modelo de gestión no supone una carga económica para el contratante porque se borra cuando éste ha conseguido encauzar su negocio. "El empresario necesita flexibilidad y confianza en pisar tierra firme, algo que le puede aportar un gestor externo que "asume galones" de forma temporal y ejecuta su plan de ajuste y mejora sin el componente emocional de quien es juez y parte en la empresa". Según las palabras de Iglesias, este papel tiene la ventaja de que te atreves con cosas que otros no abordarían por prejuicios, "y la plantilla no te ve como una competencia. Cuando termina su trabajo, se va dejando el legado a su sucesor".