Los hidrofugantes y los óleorrepelentes son tratamientos protectores cuya finalidad es mejorar la funcionalidad de los materiales e incrementar su durabilidad, todo ello sin variar las características estéticas del producto original. Los hidrofugantes tienen como objetivo minimizar la absorción de agua en el material, con lo que se evita también la entrada de sales y de otros agentes disueltos en la misma, causantes del manchado y de la descomposición del material; además, aportan protección contra los procesos de hielo/deshielo en el interior de la piedra. Por su parte, los tratamientos óleorrepelentes tienen como misión minimizar el manchado en la piedra, provocado por agentes como el aceite, la clorofila, las tintas, el café, el tomate, etc. Si bien la utilización de este tipo de soluciones está relativamente extendida en el sector, no todos los tratamientos comercializados permiten obtener una respuesta acorde a las necesidades reales de los materiales y sus futuros usos.

Por todo ello desde el Centro Tecnológico Avanzado de la Piedra (CTAP) se trabaja siempre a medida, desarrollando soluciones para cada material y su posterior aplicación, diseñando diferentes formulaciones para conseguir el máximo rendimiento. Los últimos trabajos de investigación llevados a cabo por el equipo de CTAP han permitido el desarrollo de materiales súper - hidrofugantes, es decir, materiales que repelen las sustancias líquidas con mínimas superficies de contacto.

Una adecuada protección de los materiales incrementa de manera notable su resistencia a los agentes externos, manteniendo su aspecto original durante mucho más tiempo, incluso en condiciones más desfavorables, minimizando el manchado y el deterioro provocado por la absorción de agua y otros agentes.

Con estas soluciones desde CTAP se ha conseguido dotar a estos materiales de una mayor versatilidad, ya que podrán empezar a utilizarse en nuevas aplicaciones y usos que hasta ahora no se contemplaban por la propia naturaleza de los mismos.