La ecuación compuesta por construcción + sostenibilidad es igual al conjunto de soluciones para el desarrollo de edificaciones y entornos urbanos manteniendo el máximo respeto e integración con el medio ambiente. Abarca numerosos aspectos, tanto legales, enmarcados dentro del Código Técnico de la Edificación, aprobado en 2006, como de aprovechamiento de materiales procedentes de la construcción, la apuesta por el uso de energías renovables y su utilización eficiente, el ahorro de recursos vitales como el agua, arquitectura sostenible, aislamiento, climatización, domótica, iluminación...

Entre los materiales empleados que responden a los criterios de la ecoconstrucción destaca el hormigón, pues emplea recursos casi inagotables (calizas y arcillas para producir cemento, así como áridos y agua); es reciclable al 100% al finalizar la vida útil de la construcción; es muy duradero; aporta inercia térmica a los edificios, compensando ampliamente las emisiones de dióxido de carbono necesarias para su fabricación; usado como pavimento en carretera ahorra combustible a los vehículos; en contacto con la atmósfera captura CO2; es incombustible y no desprende sustancias tóxicas en contacto con fuego; es un material muy accesible; ofrece seguridad a las construcciones; no requiere de gastos de mantenimiento; puede aportar elementos estéticos; proporciona una notable capacidad de aislamiento acústico que contribuye a la habitabilidad confortable de los edificios.

El amplio espectro que abarca la ecoconstrucción se refleja en innumerables fuentes documentales existentes al respecto. Tanto empresas del sector como instituciones y asociaciones muestran su apoyo a esta práctica sostenible. Uno de los focos informativos se concentra en la Revista de Construcción Sostenible, que ofrece a través de su página web una amplia documentación, a través de www.ecoconstruccion.net.

La empresa cementera Holcim, que cuenta con una amplia presencia en Almería, está volcada en este concepto y posee una política específica para ello, que abarca el uso de cementos más sostenibles, hormigones más duraderos, cuenta con indicadores de sostenibilidad y emplea materiales reciclados.

El cemento está compuesto por clinker, regulador de fraguado y adiciones, pudiendo ser estas de origen natural (puzolanas, calizas, etc.) o procedentes de residuos valorizados de otras industrias (cenizas volantes, escorias, etc). Las materias primas (calizas y arcillas) una vez dosificadas, sufren un proceso térmico en el que se descarbonatan, dando origen al clinker. Después, este clinker se muele junto con el regulador de fraguado, las adiciones y componentes minoritarios para producir cemento.

Holcim elabora cementos que emplean se emplea un 39 % de escorias, residuos de difícil valorización y materia prima principal para la fabricación de acero. Esto implica que el hormigón que prepara Holcim con este cemento son más impermeables, lo que dificulta la oxidación, más duraderos, con menor consumo de recursos naturales, lo que se enmarca dentro de su filosofía de acciones de responsabilidad social, además de que cuenta con las certificaciones ISO 9001 e ISO 14001, en su compromiso con la calidad y el medio ambiente.

La compañía también posee una amplia gama de áridos reciclados. Recientemente ha lanzado su 'Gravilla Reciclada Premium', la primera con el marcado CE para hormigón en la zona centro de España.