Situado a tan sólo una milla al sureste del Faro de Cabo de Gata el pecio más importante del sur del Mediterráneo se inició hace 90 años gracias a que un barco mercante de vapor (checoslovaco y de nombre Arna) de unos 100 metros de eslora se hundió a finales de los años 20 del siglo pasado por la colisión con La Laja del Cabo de Gata , un bajo de piedra lisa situado a tan sólo tres metros de profundidad. Este choque provocó que aquí, a día de hoy se pueda observar uno de los tesoros de vida submarina del Mar Mediterráneo.
Este buque hundido, como todo pecio (denominación que se le da a los barcos hundidos), ha dado lugar a una explosión de vida submarina ya que su estructura sirve de refugio y soporte para innumerables especies sensibles: esponjas y espirógrafos entre otros. Los peces que se pueden ver bajo las aguas son también numerosos: Dentones, sargos, corvas, abadejos, meros, congrios, morenas y un sin fin de especies típicas del Mediterráneo.
El pecio de El Vapor no es un lugar idóneo para submarinistas novatos, sin experiencia. Ya que no es una inmersión recomendada para principiantes por ser una zona de fuertes corrientes, donde se llegan a alcanzar profundidades superiores a los 40 metros.
Gracias a la vigilancia y mantenimiento de la Secretaría General del Mar dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, quien se encarga del control de actividades y del seguimiento de las mismas.
Está orientada principalmente hacia la protección y regeneración de los recursos marinos vivos y del estado de los pecios que hay dentro de la propia reserva, identificando, manteniendo y recuperando el patrimonio histórico submarino dentro de las aguas de nuestra propia reserva.
A que esperas para disfrutarlo.
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