el personaje

Con el Modelo Almería por el mundo

Investigadora de la Universidad de Almería en el Departamento de Dirección y Gestión de Empresa, Cynthia Giagnocavo es abogada (barrister, solicitor y attorney) cualificada para ejercer la abogacía en Canadá, Inglaterra y Gales, y Nueva York. Ha trabajado como abogada senior para Clifford Chance en las oficinas de Londres y de Madrid en el área de Derecho Financiero internacional. En Canadá trabajó en el área de mercantil y bancario para el bufete internacional Davies, Ward & Phillips Vineberg y para el departamento jurídico de la empresa pública Ontario Clean Water Agency. Sus investigaciones se centran en el estudio de las cooperativas agrícolas y de crédito, así como de las entidades de economía social en general.

-Usted participó en Ulan Bator en la preparación de la agenda del Año Internacional de las Cooperativas en mayo de 2011. Hace poco en la ONU... ¿Conocen algo del Modelo Almería en el mundo?

-Para empezar sería conveniente definir qué es el "modelo Almería", en caso de que estemos pensando en cosas diferentes. En mi presentación me centré en el Modelo Cooperativo de Almería. Mi experiencia es que se conoce poco de este modelo. Fuera de España se tiene como referencia a Mondragón. En España, incluso entre personas que trabajan en el ámbito de la economía social y cooperativas, el conocimiento del modelo cooperativo de Almería y su papel decisivo en el desarrollo de la provincia es sorprendentemente pequeño. Se han realizado buenos estudios académicos y socio-económicos sobre este modelo, pero todavía queda trabajo por hacer y particularmente profundizar en la contribución de la forma de empresa cooperativa, los procesos de cambio y la gestión de desarrollo cooperativo y difusión de este conocimiento, sobre todo fuera de España. De este modo, podemos intercambiar conocimientos con otros modelos de cooperativas agrícolas, tanto a nivel del sector como a nivel universitario, y crear alianzas más fuertes.

-Cuando usted desgrana el tipo de agricultura que se desarrolla en Almería desde hace más de 3 décadas, ¿qué opinión le merece a sus oyentes, así como a sus colegas internacionales?

-La reacción es diferente dependiendo de las circunstancias de la audiencia: Para aquellos que provienen de entornos de iguales o mayores dificultades, la reacción es de esperanza y deseo de entender el proceso. Para aquellos que provienen de entornos no agrícolas, el hecho de que un sector primario predominantemente cooperativo haya logrado convertirse en una sofisticada e innovadora industria agroalimentaria les produce sorpresa dado que se tiene el estereotipo de que las cooperativas son principalmente soluciones sociales (en oposición a económicas) de problemas locales a pequeña escala. La gente de los antiguos países del bloque soviético están interesados en la regeneración de un modelo no-socialista de cooperativas en agrícola y pueden encontrar que el modelo Cooperativo de Almería tiene un gran potencial. Otros que están familiarizados con el modelo de Mondragón han expresado su curiosidad por el modelo de Almería que no se basa en una cultura ya existente, o de "personas" vinculadas a un territorio histórico determinado. En particular, la ONU, tanto en Mongolia como en Nueva York está interesada en este aspecto de las cooperativas como motores de la cohesión social, desarrollo comunitario y el crecimiento económico sostenible.

-Tanto usted como su colega Carlos Vargas valoran el modelo cooperativista que ha crecido en paralelo a la agricultura almeriense. ¿Cree que ha sido la mejor fórmula para su crecimiento o hay puntos que pueden y deben mejorarse?

-Yo no usaría el término "paralelo", ya que sugiere una cierta separación. Me atrevería a decir que si no hubiera sido por las cooperativas de crédito y agrícolas; y las instituciones relacionadas, no tendríamos el exitoso sector agrícola que tenemos ahora, ni los beneficios del crecimiento económico tan ampliamente compartido por la comunidad. Otros esfuerzos de "desarrollo" en Almería fueron a más corto plazo. No hay otras instituciones que hayan invertido en los agricultores de tal manera. Las instituciones cooperativas han financiado la actividad, han invertido en investigación y desarrollo, transferido resultados de la experimentación y la innovación, actuado como grupo de presión para el sector y como intermediarios en los cambios políticos y económicos, proporcionando servicios técnicos y formación, actuando como fuerza motriz impulsando prácticas agrícolas sostenibles y, por supuesto, estableciendo canales de comercialización. ¿Puede el modelo cooperativo mejorar? Creo que el modelo cooperativo tiene que adaptarse a cualquier circunstancia a la que se enfrente. La autocomplacencia es siempre un riesgo y, a veces los modelos cooperativos toman decisiones demasiado centradas a nivel local. Pero con el tiempo, creo que los puntos fuertes del modelo cooperativo serán, precisamente, los que lleven el sector agrícola de Almería a superar sus crisis actuales.

-Después de la ONU, ¿cuál será su siguiente participación internacional o nacional para exponer el modelo Almería?

-Venecia, Italia, en marzo en una conferencia internacional organizada por el Instituto Europeo de la Investigación de Cooperativas y Empresas Sociales (EURICSE) y la Asociación Internacional de Cooperativas. Recientemente, un estudio de caso sobre empresas que realicé sobre el modelo cooperativo en Almería ha sido premiado por EURICSE y me han invitado a presentarlo. Este último trabajo será revisado y publicado en una serie de documentos de trabajo SSRN (Social Science Research Network), que estarán disponibles online y se distribuirá a nivel internacional.

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