Innovación Empleo

Égida enseña a los escolares a crear su propia empresa

  • El programa de educación emprendedora impulsado por ACES es pionero en la región · En Almería nueve centros escolares se han sumado a la iniciativa

El mundo empresarial ya no solo es cosa de mayores. La Asociación Andaluza de Centros de Enseñanza de la Economía Social ha impulsado un novedoso proyecto para inculcar en los más pequeños los valores empresariales y, más en concreto, los que fundamentan la Economía Social. El proyecto, denominado 'Égida, emprendemos de tu mano', es eminentem ente práctico y se dirige a alumnos de Tercer Ciclo de Primaria y Primer Ciclo de ESO. Primero se les enseña el cómo y a partir de ahí los propios alumnos desarrollan sus ideas, la convierten en empresa bajo el modelo cooperativo y se encargan de toda la gestión durante el año escolar de la mano de empresas reales.

La iniciativa cuenta con el respaldo de CEPES Andalucía y la Fundación Andalucía Emprende, y a ella también se han sumado entidades como Cajasol, COVAP, Cajasur y Enreda. Cualquier empresa con responsabilidad social interesada en este proyecto puede patrocinar y apadrinar las cooperativas escolares desarrollados por los niños en sus centros de enseñanza. La labor de los 'padrinos' consiste en el desarrollo de un calendario de actividades conjuntas entre las que se encuentran visitas a las empresas y centros, sesiones de asesoramiento y consulta y el cumplimiento de los objetivos que se marquen de mutuo acuerdo.

Este proyecto pionero se desarrollará en nueve centros educativos de la provincia, entre ellos el Colegio Cooperativo Portocarrero de Roquetas y el CEIP Andalucía de El Ejido, implicando a 370 alumnos. A nivel andaluz servirá como modelo de emprendimiento a más de 4.000 escolares.

La Coordinadora de Programas Emprendedores y Vicepresidenta de ACES, Chica González-Ripoll, explica que se trata de un proyecto muy interesante, especialmente en el momento económico actual, porque ayuda a que los alumnos desarrollen de forma temprana sus habilidades emprendedoras desde valores tan importantes como la cooperación, la iniciativa, la creatividad, la resistencia a la frustración o la innovación.

"Les enseñamos de una manera práctica a organizarse, a ser activos en sus escuelas, responsabilizarse de sus funciones, ser constantes y así evitan ese pasotismo del que a veces se acusa a los más jóvenes. Aquí son ellos los que toman decisiones y aprenden cosas que les van a ser muy necesarias para su futuro profesional y personal".

Mientras se convierten en 'cooperativistas' no solo trabajan aspectos puramente empresariales, sino que además ejercitan todas las competencias básicas. "Cuando ellos redactan estatutos están aprendiendo lengua, cuando calculan un precio al producto elaborado han tenido que hacer operaciones sobre el coste de los materiales y el tiempo que les ha llevado, en fin... yo soy una enamorada del cooperativismo escolar porque los prepara para la vida real y les da herramientas para que un día puedan cumplir sus sueños y dedicarse a lo que de verdad les guste". Habituada al trabajo continuo con escolares, González-Ripoll asegura que los jóvenes tienen una visión de los emprendedores "que no es positiva. Muchas veces lo escuchan de los mayores. Nosotros pretendemos mejorarla y a través de iniciativas como esta acaban cambiando su visión y aprendiendo los valores del emprendizaje".

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