Bajo Palio

Un bello palio de pétalos de rosa

  • Centenares de almerienses en los alrededores del Museo de Almería

"Este año sí", pensaron algunos cuando se amarraban el capirote o se disponían a hacer el costal. El cielo azul que ayer gobernaba desde las alturas la ciudad de Almería, era un presagio de una estación de penitencia por fin tranquila para la Cofradía del barrio de la Almedina. Y es que las lluvias obligaron hace dos años a no salir del Cuartel de La Misericordia al Cristo de la Buena Muerte y de San Juan a Nuestro Señora de las Angustias, mientras que el año pasado tuvieron que encerrarse nada más salir del Museo de Almería.

Esta Semana Santa el tiempo acompañó. La tarde fue tan plácida, que los ciriales permanecieron encendidos prácticamente desde la salida. La lluvia apareció a las siete de la tarde, pero fue de pétalos y no de agua. Multitud de pétalos de rosa, de color rojo y blanco, fueron lanzados desde lo alto de los balcones. Un bello palio para Angustias, la única Señora de Almería junto con la Soledad y la Amargura, que no tiene este elemento decorativo en el paso.

Entre centenares de almerienses que se agolpaban y apenas entraban en las angostas calles del corazón de Almería, el Cristo de la Buena Muerte se fue abriendo sitio por la avenida de la Almedina para regresar a su barrio, a sus orígenes, a los origenes de la noble y muy decidida ciudad de Almería. Sobre un manto rosado, un Cristo ya muerto, un Cristo yacente, un Cristo que entregó su vida por el resto de la Humanidad, se pasea por las faldas de la Alcazaba.

Guardándole las espaldas, la Legión Española acompaña a su Cristo. Con la cabeza erguida y la mirada puesta en la cruz, ocho caballeros legionarios marchan por el casco antiguo de una Almería que muestra su respeto y cariño hacia este Cuerpo.

Por detrás, las primeras mantillas ya empiezan a divisarse. José Antonio Sánchez Santander, cofrade y presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradía, acompaña báculo en mano a Nuestra Señora de las Angustias. El paso, con toda la candelería encendida, avanza bajo los acordes de la banda de música de Guadix. La Dolorosa, radiante de belleza aunque con el gesto roto de pena, aparece sentada bajo una cruz rodeada con un sudario, y con el cuerpo ya sin vida de su hijo. Siete puñales clavados de manera directa sobre su corazón, forman el escudo de la Real e Ilustre Congregación-Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de las Angustias.

La Reina, Almedina, San Juan, Plaza de San Antón, San Antón, Regimiento de la Corona, General Luque, Plaza Cristo de la Buena Muerte, Pedro Jover, Hospital... un recorrido por su barrio, del que Angustias se despidió hasta el año que viene para iniciar el camino hacia Carrera Oficial.

El Jueves Santo es uno de los días grandes de la Semana Santa almeriense y el Paseo dio buena fe de ello. Si en días anteriores las gradas ya presentaban un gran aspecto, ayer se mejoró la imagen y hoy Viernes Santo volverá a repetirse. Después de dos años sin pisar Carrera Oficial, el Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de las Angustias lucieron como nunca por la principal arteria de nuestra ciudad.

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